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Cada maestrillo tiene su librillo

Consejos para tener sexo en grupo (y que nadie se aburra)

Las orgías o los tríos están de moda pero a veces la realidad se parece poco a nuestra fantasía, por ello es importante recordar ciertas normas para no quedarnos en blanco en el mejor momento.

Trío

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Que dos son compañía y tres son multitud es una de esas frases que ya se ha quedado obsoleta. En pleno auge de los clubs swingers y de las app que ayudan a buscar a alguien más para unirse a nuestra pareja, está claro que el sexo en grupo ha dejado de ser un tabú, si es que alguna vez lo fue (ojo a las orgías romanas y medievales).

Sin embargo, cuando queremos llevar a la realidad esta fantasía sexual, hay que tener en cuenta que el sexo en grupo también tiene sus reglas, y que para pasarlo bien, es importante conocerlas. Así, sea en un club liberal, o con unos amigos tras unas copas en casa, para que todo vaya rodado, es mejor tener en cuenta estas reglas:

1) La importancia de la higiene: El sexo es un acto físico que incluye el contacto entre zonas íntimas y fluidos, por lo que la higiene siempre debe ser un tema a cuidar, sobre todo si somos más de dos. Esto incluye la higiene habitual, es decir, una ducha diaria, pero también mimar aún más si cabe las medidas anticonceptivas para prevenir la transmisión de infecciones genitales. Así María López, sexóloga en Sex To B recuerda que “El preservativo ha de cambiarse en cada relación si tenemos relaciones con varias personas, si no estaríamos poniendo en riesgo nuestra salud sexual y la de nuestras parejas. Es imprescindible cambiarlo en cada relación, e incluso durante la misma relación, si hay una penetración anal, y tras ello pasamos a una vaginal”.

2) Una conversación previa: Si bien hay quien se aventura a una orgía o trío y a ver qué sale, es importante tener en cuenta que aunque solo sea sexo, siempre hay una implicación emocional en el contacto físico con otra persona. Así que, sobre todo si vamos a compartir la experiencia con una pareja, es importante gestionar las posibilidades y medir las expectativas. En este sentido, Elena Crespi https://www.elenacrespi.com/es/ apunta que, “Es necesario establecer normas emocionales, saber cómo actuaremos si el otro se siente mal, con qué nos sentimos cómodos y con qué no”.

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Trío | iStock

Una herramienta muy útil en este sentido es utilizar la metáfora del semáforo, que es tan sencillo como definir en verde todas las prácticas que están permitidas, en ámbar aquellas que podemos probar con cuidado de ver cómo se siente la pareja por si hay que parar, y en rojo aquellas que están totalmente prohibidas. “Se pueden prever algunas situaciones antes de entrar en el juego sexual para plantearnos qué hacer si suceden”, dice.

3) Tener claro qué nos apetece a nosotras: Participar en una orgía o en un trío es una fantasía recurrente, pero puede que lo que estaba en nuestra imaginación sea una cosa, y lo que pase en la vida real sea otra. Así es importante tener en cuenta no solo lo que puede sentir o no la pareja, sino lo que queremos hacer nosotras, “Y sobre todo, no hacer nada para contentar a otra persona”, si no es nuestro verdadero deseo, insiste la sexóloga.

4) Que todo el mundo participe: Es normal que ante una experiencia sexual nueva nos sintamos un poco perdidas, sobre todo cuando participa más gente y no sabemos cómo incluir a todo el mundo. A este respecto cabe recordar que el sexo no consiste solo en tapar orificios, y que hay placer más allá de los genitales. Por ello, si dos personas están teniendo un coito, otra puede acariciar otras de sus zonas erógenas, o dejar que alguna de sus bocas le estimule a través de sexo oral, por ejemplo. La idea es que todo el mundo se lo pase bien, y que nadie se quede de mero espectador, a no ser que ese sea precisamente el juego.

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