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Cómo superar el encontronazo con un ex sin montarse una película

A veces tendemos a recordar solo la parte bonita de la relación y olvidamos que hubo un motivo para dejarlo.

Encuentro con ex pareja

Encuentro con ex parejaiStock

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Podemos tener muy claro que una relación no debe seguir adelante o que ya no tenemos los mismos sentimientos por esa persona y terminar la relación sin dudas. Aun así, si nos volvemos a ver tiempo después, suele surgir ese gusanillo inevitable. Puede ser porque lo veamos más atractivo que entonces, quizás más centrado o porque su nueva pareja nos provoque unos celos sin sentido. Pero en ese momento sentimos, aunque sea por un momento, que le echamos de menos. ¿Por qué?

La psicóloga Lara Herrero explica que este sentimiento, que puede parecer desconcertante, tiene una explicación científica. “El cerebro asocia las sensaciones vividas con emociones, como un mecanismo de aprendizaje y toma de decisiones. Y no siempre esas emociones abandonan nuestro cuerpo al mismo tiempo que lo hace el cerebro. Esta es una de las muchas razones por las que, a pesar de haber terminado una relación, pueden sobrevenir recuerdos y nostalgia”.

Sin embargo, puede haber muchos más motivos que nos lleven a montarnos una película romántica en nuestra cabeza, tras un encontronazo con un ex. Y es que puede que echemos de menos a alguien, que para empezar ya no existe. Porque con el tiempo todos cambiamos, y ni tú eres la misma persona, ni seguramente él sea como recuerdas. Como escribía la poeta Sara Búho: “Echas de menos un perfume que ya ni se pone”.

“Muchas veces se confunde el recuerdo con la realidad, para endulzar al cerebro”, insiste Herrero. De esta forma, aunque en el momento de terminar la relación tuviéramos muy claros los pros y contras, con el tiempo nuestra mente, como mecanismo de defensa, tiende a quedarse con lo bueno y de dejar un poco más arrinconado lo malo.

El pasado te llama
El pasado te llama | iStock

“A menudo, cuando recordamos el pasado, no lo hacemos de manera nítida; sino que se entremezcla una idea de lo vivido, con nostalgia, los propios ideales y visiones del mundo, y el recuerdo de aspectos puntuales que sucedieron. Es como si visualizásemos una fantasía o un guion de ficción como espectadores y espectadoras, en vez de como actores/actrices principales”.

De esta forma, parece lógico que en ese encuentro puntual con un ex no recordemos todo lo que fue la relación, sino ese videoclip musical con momentos felices que aparece en todas las película románticas, para resumir lo perfecto que parecía todo, aunque sea solo una visión sesgada de la realidad.

Así, no se trata de entrar en pánico y empezar a poner en duda todas nuestras decisiones, sino de pararse e intentar reconducir esas emociones para darles la mayor lógica posible. “Pero es totalmente normal tener nervios, inseguridad o vergüenza al encontrarnos con un o una ex. Si estas emociones estuvieran más normalizadas, el impacto sería menor”, insiste la psicóloga.

Si bien hay que aceptar y naturalizar esos sentimientos y no poner la alarma enseguida, el problema puede llegar cuando entramos en bucle tras ese encuentro y empezamos a sentirnos atormentados por los fantasmas demasiado tiempo.

“Me he encontrado muchos casos en consulta en los que las personas tenían fantasmas de relaciones pasadas por no saber gestionar la ruptura. A veces comienzan una nueva relación buscando tapar una herida, otras siguen sintiendo algo por su ex pareja y a veces los daños colaterales de la ruptura no han sanado”.

En estos casos, antes de tomar decisiones que nos puedan pasar más factura, será mejor pedir ayuda a un profesional, y recordar que “Socioculturalmente, el amor está plagado de mitos y estereotipos”, que, como concluye la psicóloga, hacen más fácil confundir ficción con realidad.

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