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Así, tus besos serán irresistibles

Cómo convertirte en una experta ‘besadora’: consejos

Los besos son algo que solemos dejar de valorar en la edad adulta. Después de haber pasado los primeros años de la adolescencia intercambiando saliva sin parar, de mayores besar pasa a ser secundario en las relaciones amorosas. Y es una lástima, porque juntar los labios con otra persona puede ser uno de los placeres más dulces de la vida. ¿Quieres devolverle la chispa a tus besos?

Pareja besándose

Pareja besándoseiStock

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El primer beso no tiene que ser ‘cortés’

El primer instinto puede ser hacer todo lo posible para impresionar a tu pareja con un primer beso de película, pero de lo que se trata es de dejarle con la miel en los labios (nunca mejor dicho) para que vuelva a por más. El primer beso es clave porque es una especie de semáforo en el que la luz verde o roja determinará una ‘continúe’ o un ‘deténgase’ en el romance. Olvídate de técnicas. Es mejor que te juzguen por un beso feo y breve, pero apasionado y lo suficientemente agradable como para garantizar otro.

Las rutinas de higiene bucal son en cualquier caso imprescindibles. Sobra decir que el hilo dental y el cepillado mantienen a raya a las bacterias, beber mucha agua es bueno para la salud general de la boca y la hidratación de los labios garantiza que no estén agrietados ni rugosos. No lo olvides, besar es una experiencia sensorial en la que participan gusto, olfato y tacto.

Hay besos para todos los gustos, pero sólo una máxima

Prestar atención al lenguaje corporal es fundamental. El contacto visual, el coqueteo y el acercamiento físico son señales de que el otro está interesado. Pero cuando se trata de descifrar cómo debes besarle debes prestar atención a la energía, de la persona y del entorno.

¿Estáis teniendo una charla tranquila y relajada en el reservado de un restaurante? ¿O estáis dándolo todo en la pista de baile durante una fiesta épica? Dependiendo de la energía del lugar y del ambiente, ese primer movimiento puede ser suave y dulce, con caricias incluidas, o impulsivo y entusiasta, de los que agarran fuerte por la cintura y continúas bailando juguetón. Lee el estado de ánimo de tu partener, mira a tu alrededor y confía en tu instinto. No hay más secreto.

Besarse
Besarse | iStock

Y una vez en el ajo, diviértete experimentando con el ritmo. Besar no es bailar. No tienes que llevar ni que dejarte llevar, se trata de encontrar ese punto intermedio en el que el movimiento fluye solo.

Lo que nunca debes hacer

Para gustos los colores, también en materia de besos. Es imposible establecer un protocolo de actuación para acertar. Besar no es una ciencia exacta, pero hay tres factores que conviene evitar, sobre todo la primera vez:

1. No entres demasiado rápido o con demasiada fuerza. Se trata de disfrutar y saborear el momento. Al fin y al cabo un beso puede ser el prólogo de una bonita historia de amor.

2. No sueltes la lengua como si fuera una anaconda hambrienta. La lengua debe introducirse lentamente y mantenerla flexible y relajada. Nada de palos de hockey o perros mojados. Pon un poco de control, la lengua puede ser un músculo peligroso.

3. Besar no es sólo un preámbulo para el sexo. Una sesión de besuqueo larga y tranquila puede hacer que tu cuerpo se relaje. Besar reduce la presión arterial, aumenta la producción de ‘hormonas felices’, alivia el estrés y los dolores, y quema calorías. Disfruta de la carrera aunque no llegues a la meta.

El cuello, las orejas, el hueso de la cadera, el ombligo, la línea del bikini… Tienes un verano entero para seguir explorando las posibilidades de tus besos en un cuerpo ajeno.

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