¿Tienes ansiedad? Mira este ansiolítico natural que tienes en tu cocina (y tú sin saberlo)

Aproximadamente el 90% de los pacientes que toman medicamentos antidepresivos experimentan al menos un efecto secundario adverso. Algo que puede evitarse sustituyendo estos químicos por un producto natural que todos tenemos en casa: el azafrán.

Hay estudios que indican que el azafrán es tan eficaz como algunos medicamentos para tratar la depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), y sin unos efectos secundarios que en ocasiones pueden ser graves: ansiedad, estreñimiento, pensamientos suicidas, insomnio, disfunción sexual o aumento de peso. De esta manera, una pizca de azafrán en nuestra dieta podría ser la alternativa natural perfecta a los medicamentos farmacéuticos.

Este preciado condimento originario de Grecia ya era venerado en la Antigüedad por sus propiedades medicinales y se usaba en la medicina tradicional persa para mejorar la libido, el estado de ánimo y la memoria, así como para tratar la depresión. Este uso temprano condujo a la investigación moderna sobre el impacto del azafrán en el estado de ánimo.

En 2001, nuevas investigaciones concluyeron en que el extracto de azafrán producía un beneficio antidepresivo distintivo. Y fue en ese momento cuando los

científicos se propusieron sopesar la eficacia de esta especia frente a los medicamentos antidepresivos comunes. El resultado fue esclarecedor: el azafrán puede ser igual de eficaz para tratar la depresión que determinados antidepresivos, imponiéndose como una alternativa potente a los medicamentos comúnmente recetados para tratar este problema y sus derivados, pero sin efectos adversos.

Un condimento mágico

Además de mejorar nuestro estado de ánimo y ayudarnos a contrarrestar la ansiedad y combatir la depresión, el azafrán tiene otros impresionantes beneficios para la salud:

1. Es un poderoso antioxidante cuyas moléculas protegen las células contra los radicales libres.

2. Favorece la memoria y la capacidad de aprendizaje, así como a protege las células cerebrales contra el estrés oxidativo.

3. Posee propiedades anticancerígenas.

4. Puede reducir los síntomas del síndrome premenstrual.

5. Actúa como afrodisíaco.

6. Sus compuestos evitan la inflamación, reducen el apetito y ayudan a perder peso.

7. Puede reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas.

8. Disminuye los niveles de azúcar en sangre.

9. Mejora la vista en adultos con degeneración macular relacionada con la edad.

10. Favorece la memoria en adultos con Alzheimer.

Cómo introducir el azafrán en tu dieta

Lo mejor de todo es que, en general, el azafrán es seguro para la mayoría de las personas y fácil de agregar a la dieta. Ya sea en hebras o en polvo, intenta incorporarlo en tus platos favoritos para aprovechar sus demostrados beneficios para la salud o pregunta en tu herbolario por un suplemento rico en este condimento.

En pequeñas dosis, el azafrán tiene un sabor y un aroma sutil y combina bien con platos salados, sobre todo con el arroz en paella o risotto, pero hay otras muchas opciones. No obstante, la mejor forma de extraer el sabor único del azafrán es remojar las hebras en agua caliente, pero no hirviendo, y agregar los hilos y el líquido a tu receta.

El azafrán no suele producir ningún efecto secundario. Conviene tan sólo usarlo en pequeñas dosis porque en grandes cantidades su sabor puede resultar abrumador. El único dato a tener en cuenta, especialmente con el azafrán en polvo, es que puede estar adulterado con otros ingredientes, como remolacha, fibras de seda teñidas de rojo, cúrcuma y pimentón. Esta adulteración reduce los costes para los fabricantes, ya que el azafrán real es uno de los condimentos más caros de cosechar.

Para evitar este tipo de timos y asegurarte de que el azafrán tendrá los efectos que esperas, es mejor comprarlo en hilos, ya que además de brindarte más versatilidad en la cocina, es menos probable que haya sido adulterado.