Qué es un útero en forma de corazón y qué implicaciones tiene

Lo más probable es que no estés muy familiarizada con tu útero, a menos que estés embarazada o lo hayas estado, pero si te dicen que el tuyo tiene forma de corazón, más allá de parecerte poético debes tener en cuenta una serie de cosas. Esta singularidad no siempre es algo inofensivo y puede vincularse a diversas afecciones ginecológicas como la endometriosis o incluso los abortos espontáneos recurrentes.

Si tu ginecólogo te ha mencionado que tienes un útero con forma de corazón, esto es lo que necesitas saber:

¿Cuál es la diferencia entre un útero en forma de corazón y uno normal?

Tu útero, también conocido como el órgano muscular de tu abdomen que sostiene y nutre a un bebé en crecimiento, se parece normalmente a una pera invertida con cuernos (las trompas de Falopio) adheridos en la parte más ancha de la ‘fruta’, en la parte superior.

El bebé se desarrolla dentro en la parte más grande y hueca del órgano, pero en un útero en forma de corazón (también conocido como un útero bicornado) se mantiene la cavidad uterina principal, pero los dos tubos se juntan dejando una pequeña muesca en la parte superior..

¿Qué causa un útero en forma de corazón?

Un útero con forma de corazón es en realidad un tipo de anomalía uterina congénita, es decir, un órgano que se desarrolló de manera anormal mientras estabas en la barriga de tu madre.

Y mientras que las anomalías uterinas generalmente no son demasiado comunes (solo entre el 3% y el 6% de las mujeres las tienen) los úteros bicornes son más probables, con el 26% de úteros en forma de corazón.

Pero una cosa debes tener en cuenta, y es que aunque estas anomalías son congénitas, no son por ello genéticas. La forma de tu útero puede ser totalmente diferente a la de tu madre, y a su vez distinta a la de tu hija.

¿Es malo tener un útero con forma de corazón?

Sinceramente, depende. Muchas mujeres se pasan toda la vida sin saber que lo tienen, pues para empezar es asintomático. Y tampoco causa ningún tipo de efecto en los ciclos menstruales.

En casos más raros, un útero con forma de corazón puede aumentar el riesgo de endometriosis, que es lo que ocurre cuando el revestimiento normal del útero se desprende durante el período y fluye de regreso a través de las trompas de Falopio hacia tu vientre, en lugar de a través del cuello uterino. Eso sí, una anomalía uterina implica un mayor riesgo de flujo menstrual retrógrado.

El verdadero problema de tener un útero con forma de corazón es la posibilidad de tener abortos espontáneos, partos prematuros, posibles cambios de posición del bebé a término (que pueden llevar a que nazcan de pie o de culete en lugar de sacando primero la cabeza) y otros problemas durante el embarazo.

Según diversos estudios, la presencia de cualquier anomalía uterina (incluido un útero con forma de corazón) aumentaba el riesgo de parto prematuro, partos de nalgas y cesáreas obligatorias. Estos úteros causan mayor número de problemas en el embarazo y en el parto, pues se cree que un útero malformado puede impedir de alguna manera el crecimiento del feto.

¿Cómo sé si tengo un útero con forma de corazón y qué puedo hacer al respecto?

La única forma de saber si lo tienes es hacerte una ecografía 3D o una resonancia magnética. Por lo general, a las mujeres que les realizan este tipo de pruebas y/o se les toma imágenes de su útero si han tenido varios abortos espontáneos (más de tres), han experimentado infertilidad o han tenido un parto de nalgas. Es decir, todo lo que puede causar un útero en forma de corazón.

Una vez que descubras que tienes una anomalía de este tipo, puedes preguntar si hay una manera de corregirlo. Tu médico te dará la solución concreta para tu caso. Por ejemplo, si una mujer ha tenido abortos involuntarios frecuentes, existe una cirugía específica para eliminar esa malformación en la parte superior del ‘corazón’.

Sin embargo, es raro que las mujeres opten por estas cirugías, pues la mayoría de las veces, con un útero en forma de corazón o no, un embarazo vigilado médicamente tendrá éxito. Como apuntábamos, la mayoría ni siquiera saben que lo tienen, así que una observación detenida por parte del profesional y un seguimiento adecuado durante el embarazo, será suficiente.