¿No adelgazas? La clave puede estar en tu flora intestinal

Hay muchos elementos que pueden explicar que te cueste perder peso: la edad (a más años, más cuesta); el sedentarismo (moverse, hacer deporte, estar activo, en definitivo, ayuda a quemar calorías), la genética (hay gente que pierde más fácilmente que otra), la alimentación (puede que creas que lo estás haciendo bien en tu ingesta de alimentos y no sea el caso..).En fin, que factores hay muchos pero, ¿te habías parado a pensar que lo que quizás esté ralentizando tu pérdida de kilos sea tu flora intestinal?

Pues sí, parece ser que la flora intestinal o microbiota es diferente en las personas obesas de las que no lo son, siendo más pobre. Pero vayamos por partes: según el doctor Ángel Álvarez, responsable del área de trastornos funcionales del Hospital Clínico San Carlos, “La microbiota está compuesta por 100 billones de microorganismos que se encuentran en todo el cuerpo. Al ser un órgano vivo, estas bacterias se benefician de nosotros y nosotros de ellas. Pero hay factores (y en alguna ocasión lo hemos tratado), que alteran el equilibrio de esta microbiota”. Como el parto, nuestro estilo de vida, la dieta, la lactancia, etc.

En 2006, la revista Nature publicó un estudio que demostraba que la obesidad podía estar relacionada con determinados tipos de microbiotas alteradas y ese desequilibrio es el que no permite adelgazar de forma sostenida y continuada en el tiempo.

Si analizamos la flora intestinal de las personas con sobrepeso se ve que hay muchas más Firmicutes (bacterias que necesitan mucha energía y por extensión, requieren de una mayor ingesta de alimentos) que Bacteroidetes (bacterias que contribuyen a regular varias funciones metabólicas y que actúan sobre la sensación de hambre). Las Bifidobacterias también son beneficiosas en el control del peso.

¿Qué se necesita entonces? Restablecer el equilibrio y promover el crecimiento de bacterias beneficiosas. Con probióticos (microorganismos vivos), por ejemplo y con prebióticos (sustancias sin vida que estimulan el crecimiento de los microorganismos ya existentes). En el caso de las personas con sobrepeso habría además que invertir la proporción de Firmicutes y Bacteroidetes, de tal forma que hubiera mayor población de las segundas.

Algunas claves para mantener una flora intestinal o microbiota sana son “Tener una buena alimentación, reducir las grasas animales e incrementar el consumo de proteínas de origen vegetal, frutas y verduras, además de evitar la sal, el azúcar, los aditivos y las comidas procesadas”, explica Virginia Palacios, directora técnica farmacéutica de Vemedia Pharma.