Elizabeth Harty es una joven estadounidense que vio cómo su
físico cambió a raíz de una operación de rodilla. Antes de la intervención
Harty gozaba de una buena imagen debido a que era atleta de la División I en la
universidad.
"La recuperación fue muy difícil para mí", explica
Elizabeth en una entrevista que ha concedido a 'Pop Sugar' donde explica lo que
le ha costado recuperarse de la intervención: "Me llevó un año volver a
ponerme de pie. Cuando finalmente pude hacer ejercicio sentí que la cirugía
había cambiado por completo mi cuerpo".
Para añadir: "Decidí que era hora de volver a ponerme
en forma y sentirme mejor". Algo que ha conseguido cambiado sus hábitos
alimenticios y una buena disciplina deportiva.
Este reto lo empezó pesando 61 kilos y medio y perdió 7
kilos en dos meses debido a un menú diario que siguió durante el proceso. "Realmente
no tenía un objetivo de peso más que quitarme la grasa principal y cambiar la
composición corporal", explica. Pero ahora, afirma que se siente mejor que
nunca y no sintió que pasara hambre a lo largo de este tiempo. Aunque. Sí es
cierto que confiesa que lo que más le costó fue hacer el desayuno.
Harty sabía que los resultados no iban a ser inmediatos y
para asegurarse que lo estaba haciendo correctamente contó con la ayuda del
nutricionista Jason Miller. "Miller actualizó mi dieta en consecuencia,
unas dos veces durante las 10 semanas y luego una plantilla final de
mantenimiento", dice.
El menú consistía en:
7:50.: batido de proteínas.
11:30.: harina de avena o una hamburguesa de pavo, judías
verdes y batatas.
14:30.: una hamburguesa de pavo con verduras. Alterna entre
judías verdes, espárragos, brócoli y repollo. Normalmente hace un entrenamiento
OTF en este momento.
17:30.: filete de pollo o bistec con verduras y arroz con
carbohidratos. También nada 30 minutos.
21:30.: filete de ternera o pollo mezclado con salmón o
vieiras.
23:00.: batido de proteínas antes de dormir.
"En la segunda mitad de las 12 semanas, comencé a
mezclar algunas frutas. El aguacate, los anacardos y la mantequilla de
cacahuete son algunas de mis grasas favoritas. Además, empecé a cocinar con
aceite de oliva, añadiendo su valor alimenticio a este grupo", explica.
Pero, lo que Elizabeth tiene claro que el hecho de haber
obtenido este gran cambio se debe a que lo combinó con ejercicio. "No es
necesario que trabajes todos los días. Todo se reduce a la dificultad", en
las tres primeras semanas hacía 30 minutos de ejercicio de tonificación de alta
intensidad.
"Si estás en tu propio viaje de 'fitness', lleva tiempo
ver resultados. ¡Incluso si tienes un desliz en tu dieta, vuelve al
camino!", y concluye declarando que si te rindes es cuando no lo
conseguirás.