Los vinos más heavys

El heavy es mucho más que un género musical. Es una forma de vida. Por eso, además de los discos, los grupos más punteros hacen negocio sacando a la venta el más variado 'merchandising': camisetas, gorras, pulseras, banderas, vinos... ¿Vinos? Sí, parece ser que además de para el rock&roll, en las venas de los aficionados hay sitio para el vino e incluso para el cava. Desde hace un tiempo, las grandes bandas se han subido al carro de vender botellas bajo su propia marca y logotipo. Esos caldos, contra lo que pudiera parecer, no están cosechados en las llanuras del Infierno, sino en viñedos de California, Australia o, sin ir más lejos, Calatayud (Zaragoza).

Los alemanes Blind Guardian acaban de publicar su décimo trabajo de estudio, titulado 'Beyond the Red Mirror', y han tenido la idea de acompañar el lanzamiento con su propio vino. El caldo, etiquetado bajo el mismo nombre que el disco, es un Merlot de color púrpura y aroma intenso, procedente de Bodegas Langa, de la Denominación de Origen Calatayud. No es el primero de esta casa que acaba usado para estos menesteres, ya que también han creado vinos para la artista internacional Doro. ¿Qué hace que un vino aragonés acabe en el gaznate de heavys alemanes?

Al habla César Langa, director técnico de Bodegas Langa: "El principal motivo para ser elegidos es la calidad, que sean grupos de metal no implica que no aprecien los buenos vinos. Los vinos seleccionados tienen un color y aromas intensos, tal y como es su música". Los artistas se implican en la elección del vino que luego venden en las giras y a través de webs especializadas. La propia Doro se desplazó hasta Calatayud para comprobar in situ cómo se elaboraba su vino, y Langa revela que está previsto que en breve los Blind Guardian visiten también sus instalaciones.

El mercado de los vinos metaleros tienen su gran filón en Alemania y, aunque en España es más limitado, cuenta con fieles. Lo sabe Antonio Valdés, cuya tienda La Bodega de Valdés (www.despensavaldes.com), en Málaga, tiene una sección especializada en estos productos. "Lo compran aficionados como objeto de colección, y los que más se venden son los de AC/DC", explica. A través de su despensa conocemos algunos otros ejemplos de vinos metaleros.

AC/DC: Australia patria querida

Los AC/DC siguen al pie del cañón pese a sus últimas bajas. En cuanto a vinos, hacen patria y comercializan bajo sus icónicas letras caldos procedentes de su Australia natal. Tienen cuatro variedades, cada una con el nombre de algunas de sus canciones más emblemáticas: Back in Black (Syrah 2010), Thunderstruck (Chardonnay, 2011), Highway to Hell (Cabernet Sauvignon, 2011) y Hell Bells (Sauvignon Blanc; este, como excepción, procede de Nueva Zelanda).

KISS: Cuidado con las curvas

Los estadounidenses Kiss son conocidos por sus vestimentas y trajes, amen de alguna que otra excentricidad de Gene Simmons y compañía. Que sepamos, sus vinos no vienen con gotas de sangre ni nada parecido. Tienen en el mercado Zin Fire ( Zinfandel), Shout It Out (Chardonnay) y Monster (Cabernet Sauvignon). Como curiosidad, las 'eses' del logotipo que aparece en las dos primeras botellas citadas son curvas en lugar de anguladas, ya que el logo habitual tiene la misma tipografía que las SS nazis, cuyo uso está prohibido en Alemania, principal mercado de estos caldos.

SLAYER: Un vino de muerte

La banda de thrash metal Slayer saltó a la fama con su disco 'Reign in Blood', considerado por algunos expertos como «el álbum más heavy de todos los tiempos». Los Slayer tienen fama de satánicos, y a juzgar por la presentación de su vino, se la han ganado. La botella de Reign in Blood 2010 Cabernet Sauvignon, un vino con aroma a frutas negras y toque de vainilla, viene dentro de un pequeño y tétrico ataúd.

MOTÖRHEAD: La esencia de Lemmy

La banda fundada en 1975 por Lemmy Kilmister lleva ya tiempo estampando su conocido logotipo, Snaggletooth, sobre unos cuantos vinos. Lo suyo son los Syrah procedentes de viñedos australianos. Destaca su Sacrifice Shiraz, en el que tan importante como el contenido es la presentación, Así, viene en una caja con forma de amplificador de guitarra y capacidad para tres litros, con un grifo integrado. Lo que vendría a ser un tetrabrik de vino, pero a lo heavy. Al parecer, este formato tan generoso está pensado para el mercado sueco.

Si nos hemos quedado con sed, también podemos acudir a cervezas para fans, en las que encontramos algunas para los muy musiqueros.