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NEIGHBORFOOD, OLDSPITAFIELDS Y VIKTUALIENMARKT

Tres mercados callejeros que no debes perderte en Europa

De Semana Santa hemos vuelto con las pilas cargadas, con un montón de fotos y, para qué negarlo, con un par de kilillos de más. Pero ha sido, en parte, por una buena causa: la de descubriros los mercados gastronómicos más interesantes de Europa.

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Amsterdam enloquece cada vez que se celebra el Neighborfood. Cocinatis

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Tras el exitazo de la primera edición de EatStreet en Barcelona el pasado 12 de abril (con una cola kilométrica ya media hora antes de la apertura), nos hemos lanzado a buscar otras ciudades donde nos llevan un poco de ventaja en la cultura de la comida callejera.

VIKTUALIENMARKT, EN MÚNICH

Y hemos aterrizado en Munich, donde nos espera el gigantesco Viktualienmarkt (literalmente, “mercado de vituallas”), con una superficie de nada más y nada menos que 22.000 metros cuadrados. Menos mal que en la caminata necesaria para recorrerlo no nos va a faltar alimento ni refrigerios para reponer fuerzas. Más de 140 puestos al aire libre ofrecen infinidad de variedades de queso, wurst (salchichas y embutidos), verduras, frutas, pescados, carnes y especias. Especialmente interesante es la parada Exotenmüller, llena de frutas y verduras exóticas. Allí podrás llevarte hediondo pero delicioso durián, babaco colombiano o cremoso y dulce zapote.

Aunque si lo que te gusta es el dulce, no puedes perderte la Hönighausl, dedicada exclusivamente a la miel y productos de origen abejil,  desde champús a jaleas, pasando por aguardientes, mermeladas y velas. A estas alturas, seguramente ya te haya entrado algo de sed y hambre: para aplacarlas nada mejor que pasarte por el Biergarten, donde sirven diversas variedades de cerveza local y comida tradicional bávara, entre la que destacan las excepcionales salchichas. Si eres más de pescado, también hay sitio para tu hambriento estómago en el Viktualienmarkt: pásate por el bistró Fisch Witte, con una carta plagada de fresquísimos productos del mar, que también podrás adquirir en la tienda anexa.

 

OLDSPITAFIELDS, EN LONDRES

Vamos ahora a descubrir uno de los mercados indoor más antiguos de Europa: el londinense Oldspitalfields. En 1638 Carlos I de Inglaterra otorgó la licencia para vender carne, aves y hortalizas a la zona de Spittle Fields y así nace la historia del Oldspitalfields Market, cuyo actual edificio victoriano fue construido en 1876. Una maravilla tanto para amantes de la arquitectura como de la gastronomía o de la moda, porque este mercado acoge, según el día de la semana, diferentes paradas y eventos, que engloban la moda, los complementos vintage, arte, vinilos… y por supuesto, comida. Los golosos no podéis dejar pasar las cookies y pasteis de nata de Galeta o los 'cinnamon swirls' de Flying Angels, y los fans del vermut lo gozaréis como nunca con las exquisitas variedades de olivas del Mediterranean Food Olive Bar.

 

NEIGHBORFOOD MARKET, EN AMSTERDAM

Pero sin duda uno de los más desconocidos e interesantes es el Neighbourfood Market de Amsterdam. Este mercado se celebra cada tercer domingo de mes en la capital holandesa, en la zona de Westergasfabriek. A diferencia de los dos anteriores, éste es un mercado más pequeño y con un ambiente modernuqui y a la vez acogedor, como un flea market con puestos de comida y food trucks. Hay una zona interior con mesas largas, paradas de comida y puestecitos con ropa, complementos y objetos diversos, y una zona exterior con stands al aire libre, food trucks, mesitas y un inmenso césped para tumbarse o hacer un picnic.

La variedad de comidas, de todo el mundo, no tiene nada que envidiar a otros mercados más cacareados del viejo continente, con fantástico cebiche peruano (aunque nosotros optamos por un suculento picante de camarones), arroz sudafricano con coco, plátano y carne, hot dogs loquísimos hasta con alioli, hamburguesas que quitan el hipo (especial mención a la griega, con tzatziki y queso feta), un espectacular pulled pork que se deshace en la boca, focaccias deliciosas, currys, cupcakes, broodjes… Y, si todo esto les suena demasiado folklórico, también hay unos pintxos vascos que quitan el sentido, con su chistorrita y su Idiazábal y su todo. Y todo ello amenizado con el musicón del stand de Vedett, donde puedes echar un vistazo a una impresionante colección de vinilos mientras te marcas unos bailes a ritmo de disco tropical y house veraniego.

 

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