Tres buenos lugares para comer hamburguesas en Barcelona

TIMESBURG, LOS RECIÉN LLEGADOS

Todo empezó en diciembre de 2012, cuando tres amigos ajenos al mundo de la restauración, salvo uno de ellos, deciden abrir un restaurante. Y apuestan por una hamburguesería, pero tienen claro que tienen que ser hamburguesas gourmet, con carnes de primera e ingredientes de lo mejorcito. Creen, además, que su restaurante tiene que ser bonito, cálido e informal, y que tiene que mostrar al mundo esa "marca Barcelona" que se traduce en suelos de mosaico hidráulico, techos altos, luz, vigas a la vista, flores en las mesas y hermosas maderas prácticamente sin tratar en mesas y sillas.

Con estas premisas nació el primer Timesburg hace apenas tres años y la cosa ha ido tan bien que ya van por el cuarto, recién estrenado en la zona de Sagrada Família. ¿El secreto? Unas carnes excepcionales (desde ternera a pollo o waygu), un pan de gran calidad y un respeto por todos y cada uno de los ingredientes que entran a la cocina de este establecimiento. Si a esto añadimos unas patatas receta de la abuela María Antonia de uno de los socios, y un servicio atento y bien formado, está claro que hemos dado con la fórmula de la Coca-Cola. A los guiris les pirra y a nosotros también, pues comeremos muy bien sin rascarnos el bolsillo y probaremos bocados como la Osaka (con mayonesa japonesa y salsa teriyaki) o la DF (con nachos, jalapeños y chile), por no hablar de la Timesburg (200 inacabables gramazos de carne con su  bacon, su manchego y más) o la Veggie (con tofu y verduras).

Timesburg. Paris 95 / Pujades 168 / Moianès 75 / Rosselló, 250. www.timesburg.com

EL FILETE RUSO, EL ABUELO
Ahora parece muy fácil decir al mundo que las hamburguesas molan, que no hay por qué asociarlas al 'fast food' imperante, y que tú, aunque seas delgado y tengas pensado morir después de los 40, también quieres disfrutar de ellas. Pero hace unos años la hamburguesa era el Mal en el imaginario colectivo, y la mayoría la asociábamos a la comida basura y a locales franquiciados de aspecto horrible. Hasta que llegó Claudio Hoyos, propietario de este establecimiento de la calle Enrique Granados, y abrió este local agradable y coqueto, muy acogedor, con una hermosa terracita y una apuesta firme: carnes ecológicas, productos de km 0, 'slow food' y el máximo mimo a la hora de seleccionar desde la primera de las hojas de lechuga hasta la pieza más nimia de la cubertería. Entre sus 'hits' encontramos, claro, El Filete Ruso, o la Francesa, con berenjena, tomate, queso Brie y mostaza de Dijon. O la Ibérica, con jamón ibérico, aceite de trufa, rúcola y parmesano. Buenas patatas, panes y acompañamientos y algún postre que nos vuelve locos, como su ultrapopular batido de fresa XXL.

El filete ruso. Enric Granados, 95.

KIOSKO BURGER, EL MÁS GAMBERRO
No se puede hablar de hamburguesas en Barcelona sin mencionar este establecimiento que fue también de los primeros en reivindicar este plato. No es el colmo de la sofisticación, pero sí un local informal, con mucho carisma, en el que zamparse una hamburguesa rápida antes o después de un cine o un concierto. El moderneo local que pretende cenar mucho y bien antes de meterse entre pecho y espalda cinco gin-tonics por los bares del Born suele coincidir en este establecimiento, que hace de la calidad y la informalidad su bandera, y que apuesta por la creatividad en materia hamburguesera. Prueba de ello son algunas de sus últimas incorporaciones de la carta, como la hamburguesa de ternera con ragú de piña y berenjena teriyaki que convive con otras propuestas más convencionales y con algunos platos más saludables, como el pollo a la parrilla. Son hermanos de los otros grandes de la hamburguesa en Barcelona, Bacoa, que acaba de anunciar que también abrirá en Madrid.

Kiosko Burger. Marquès de l'Argentera 1, bis.