LA RECETA DE LA INTOLERANTE
Torrijas aptas para celiacos e intolerantes a la lactosa: una receta fácil y rapidísima
¡Es tiempo de torrijas! El poste por excelencia de Semana Santa tiene la mala costumbre de llevar en su receta pan y leche, lo que las convierte en un postre prohibido para los alérgicos y los intolerantes al gluten y a la lactosa. Por suerte, nuestra compañera Miriam, más conocida como La Intolerante, nos ha cedido esta maravillosa receta.
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¿Qué se necesita? (Para 6-8 raciones)
- Un bloque de pan de molde sin gluten y sin lactosa
- Medio litro de leche sin lactosa
- Cáscara de limón
- Una rama de canela
- Canela en polvo
- Dos huevos
- Azúcar moreno
La preparación:
La Intolerante recomienda cortar el pan en rebanadas gorditas, de algo más de un dedo de agrosor.
Posteriormente, hay que calentar la leche junto con la cáscara de limón (en espiral) y la rama de canela.
Cuando vaya a empezar a hervir, se retira y deja reposar unos minutos antes de ser vertida en un recipiente.
El siguiente paso es meter las rebanadas en el recipiente lleno de leche y dejar que empape bien el pan, teniendo cuidado de que no se desmigue.
Una vez empapado el pan, pones cada rebanada en otro recipiente para que suelte la leche sobrante.
Justo después, bates dos huevos y pasas por él las torrijas
Echas suficiente aceite en la sartén y, cuando esté caliente, metes las torrijas para que se hagan a fuego medio- alto hasta que queden doradas.
Una vez hayan cogido color, untas las torrijas con azúcar moreno y canela en polvo y... ¡listo!
En su receta, La Intolerante nos propone una segunda opción para que queden más jugosas: preparar un almíbar. Para prepararlo, nos aconseja utilizar medio litro de agua, cinco cucharadas de azúcar y un chorrito de miel, ponerlo al fuego y removerlo hasta que hierva. Habría que dejarlo templar y ayudarnos de una cuchara para echarlo por encima.
Nos explica también una opción más saludable y con menos grasa: cocinarlas al horno calentándolo a 160 grados en modo grill y dejándolas cinco minutos hasta que las veas doradas.
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