NovaMás» Cocina

Ayyy, si es que no lo valoramos, al pobre

Siete trucos para microondas que te harán la vida más fácil

El patito feo de los electrodomésticos de nuestra cocina es, sin duda, el microondas. Siempre recelamos de él, nunca queremos introducir nada en su interior... En realidad, es un aliado, que, en muchas ocasiones, nos puede echar una mano. Echa un ojo a estas propuestas.

Ahí va un inocente plato de almendras crudas... a tostarse tocan.

Ahí va un inocente plato de almendras crudas... a tostarse tocan.Cocinatis

Publicidad

¿Te acuerdas del niño gordito al que siempre elegían el último en el cole para los partidos? Ese es el microondas. Cuando alguien habla de hacer una receta al microondas, lo miramos por encima del hombre y empezamos a glosar las innumerables virtudes de nuestro horno pirolítico. Pero no seamos así, hombre. Este aparatillo arrastra una mala fama que no se merece. Vale que quizá cocinar no sea su fuerte, pero sí que es capaz de echarnos una mano en determinados momentos para hacernos la vida más fácil. Aquí van siete truquilllos para sacarle partido al microondas.

Pero, ¿cúando se van a asar estas patatas? Pones un pescado al horno con patatas panadera y, al final, o quedan crudas o se te acaban quemando. A ver, alma de cántaro, lo que tienes que hacer es ponerlas un ratito en el micro. Digamos, cinco minutos. Luego ya si quieres las pasas a la fuente del pescado, que les faltarán cinco minutos más y lo sacas todo a la vez.

La pizza menos gomosa posible. Recalentar un trozo de pizza en el microondas puede ser un drama pero si le añades unas gotitas de agua (especialmente en el borde), lograrás lo que parecía imposible: que la humedad obre el milagro y la pizza quede, si no crujiente, al menos sí esponjosa. Este truco puede hacerse también con sándwiches. Y con pan.

Elimina las bacterias de tu estropajo y tus paños de cocina. Sin necesidad de usar desengrasantes ni lavavajillas. Coges los trapos en cuestión y los metes en el microondas durante varios minutos a máxima potencia. Las bacterias morirán por las altas temperaturas y tu te sentirás más seguro a la hora de cocinar. Gracias de nuevo, señor microondas.

Pescado más jugoso al microondas. Si hacemos un filete de lenguado o de algún otro pescado a la plancha, corremos el riesgo de que nos quede seco no, lo siguiente. Para evitar esto, podemos ponerlo, debidamente salpimentado y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra en un platito. Acto seguido, lo cubrimos con un film transparente al que hacemos varios agujeritos. Lo metemos al microondas durante dos minutos y listo. Ya tenemos nuestro filete de pescado jugosito.

La miel nunca más volverá a estar dura. Con las bajas temperaturas, la miel adopta texturas cristalinas o directamente, pétreas. Para solventar esto, solo hay que meter el tarro de miel 30 segundos en el micro: es el tiempo suficiente para que no se caliente y para que recupere su forma original. Pero, ¿a dónde vas? ¡Quítale antes la tapa metálica al frasco, burro! ¡Que la lías!

A Dios pongo por testigo que nunca volveré a llorar con una cebolla. Pues eso, que si estás hasta el gorro de echar lagrimones cada vez que te toca cortar una cebolla, haz lo siguiente: métela medio minuto en el microondas, sácala y dale la bienvenida a tu nueva amiga, que te hará sufrir mucho menos. Quítale los extremos antes de meterla, eso sí.

Frutos secos recién tostaditos. Si nos encantan los cacahuetes, almendras o avellanas y los queremos tostar, no hay nada más fácil que tirar del microondas. Disponemos los frutos secos en un plato llano, bien separaditos, y ponemos el aparatejo a máxima potencia entre tres y cinco minutos, dependiendo de la cantidad. No está de más vigilar, no vaya a ser que se nos quemen.

Publicidad