Sequía cervecera: la falta de CO2 nos deja sin birra

¿Qué es lo peor que te puede pasar en verano? ¿No tener vacaciones? ¡Qué va! ¿Quedarte dormido en la playa y convertirte en un cangrejo? ¡No! Hay algo peor, mucho peor... Nos referimos a la falta de cerveza. Imagina que acudes a tu bar habitual y resulta que el grifo está más seco que la mojama. Tremendo drama. Pues esta pesadilla puede hacerse realidad este verano porque se avecinan recortes de birra. Racionamiento. Sed, en definitiva.

¿No lo creeis? Pues así es. Al parecer, esta desdichada casualidad viene dada por el cierre simultáneo de varias fábricas de CO2 en Reino Unido y Europa. Al parecer, no pasa nada si cierran algunas, pero este año se han puesto de acuerdo más de la cuenta y peligra una materia prima, ese gas, necesario para que la cerveza tenga esas burbujitas sin las que no podemos vivir. Además, el CO2 tiene otros usos en la industria de la alimentación, como atontar a los animales en los mataderos antes de sacrificarlos.

Aunque suene a broma, ya han empezado los primeros recortes cerveceros en Reino Unido, uno de los países más afectados. Booker, que suministra a pubs y restaurantes, ha comenzado a establecer un máximo por local. Por su parte, Heineken ha advertido a los bares sequía en el suministro de algunas de sus marcas como John Smith o Amstel. La situación podría tornarse dramática en un país que no concibe una tarde sin una pinta de cerveza en la mano. Más preocupante que el Brexit, seguro.

Pero mejor solidarizarnos con los británicos porque, dado que la situación no acaba más de empezar, nuestro país podría ser el próximo en sufrir las consecuencias de esta mala planificación de cierres de fábricas. Imaginarnos un verano sin cerveza equivale a pensar en un jardín sin flores, independientemente de que estemos en una ciudad u otra. Esperemos que la situación se pueda revertir en los próximos días. Que vuelvan nuestras burbujitas.