Rien de Rien, cócteles, estrellas y r&b

Y de repente, un extraño. Que en este caso puedes ser tú mismo. O una estrella del rock de las que aparecen en público para tomar algo como si la fama no fuera con ellos. Cronológicamente primero fue Loquillo y luego Ron Wood, de los Rolling Stones. Son sólo dos escenas entre las muchas que se suceden de martes a domingo en el Rien de Rien de Barcelona. Un club con música en vivo de los que ya no se estilan. Ni en la ciudad ni fuera o lejos de ella. Sobre todo en un ambiente tan deluxe como el que destilan los bajos del hotel El Palace.

Poltronas, sillones orejeros, taburetes de terciopelo, un piano de cola y una radiante bola de discoteca escoltan un pequeño escenario adornado con bombillas de neón. Sobre éste, bandas de colegas que se reparten el cartel musical del local, en el que también sirven tapas gourmet firmadas por Caelis, el restaurante de una estrella Michelin al que se puede acceder por el mismo hotel.

La oferta gastronómica es tan variada como recurrente para el cliente guiri. Esto es: jamón ibérico, pan con tomate, foie mi-cuit y caviar. High level del que nunca falla. Pero también una mini Burger de wagyu, un bikini de trufa negra y mozzarella y un surtido de quesos de Xavier, el afinador de quesos de Toulouse. Básicos en la dieta del que pisa España para sentirse a cuerpo de rey o del que pisa Barcelona con el estómago complaciente y la cartera llena de billetes.

Da gusto deleitarse con la música en directo mientras desmontas el timbal de cangrejo y aguacate o te llevas a la boca el tartar de buey al cuchillo sobre una tostadita de pan crujiente. Eso cuando los pies no se te van con la melodía y el cuerpo, por una vez, no te pide arrancarte y dar el cante acompañando al solista o al líder del grupo de la noche…

Junto al R&B característico del Rien de Rien y a sus bocados, hay que reconocer la solvencia de Dany Martín –no, no es el cantante madrileño-  ejecutando la carta de cócteles. Son páginas y más páginas de copas para todos los gustos y todos los públicos. Prácticamente como el local, vaya. Martín no necesita de muchos malabarismos para exhibirse con sus creaciones y no vean qué subidón cuando te acierta el cóctel al dejar tus gustos en sus manos.

El Rien de Rien siempre depara grandes noches. Por la música, por sus bocados, por la compañía –mayoritariamente extranjera- o por su sala de fumadores decorada con cuadros del mismísimo Xavier Cugat. Reserven este lugar para la copa y el puro, para las confidencias íntimas, para la sorpresa y para cuando el apetito esté de antojo. Sus platos dulces y en especial la tatin de manzana son ya para ponerse a bailar…

Rien de Rien. Gran Vía de Les Corts Catalanes, 668. Teléfono 682 284 772. Horario, de martes a sábado, de 18 a 22 horas.