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JOSÉ CUERVO O JACK DANIELS, ¿QUIÉNES ERAN EN REALIDAD?

¿Quiénes eran esos señores que se esconden tras nuestros copazos?

¿Te has preguntado alguna vez quién era Smirnov? ¿O cómo se las gastaba el tal José Cuervo? ¿Cómo eran aquellos grandes hombres de antaño que se esconden ahora tras las botellas que marcan ahora nuestras noches locas? Hemos rastreado en sus biografías y nos hemos encontrado con tipos verdaderamente curiosos.

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¿Quién se esconde tras tu vodka? Apunta: Vladimir Smirnov y su triste destino. Cocinatis

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José Cuervo
Si te llamas José Cuervo está cantado que estás predestinado a hacer grandes cosas en la vida. Como por ejemplo montar la mayor compañía productora de tequila del mundo, que tu estampa sea idolatrada por millones de bebedores que buscan emociones fuertes y que lleves, se dice pronto, casi 300 años dando tequila al personal. Todo empezó con el padre, José Antonio del Cuervo, que heredó en 1758 varias tierras en la región que actualmente es Tequila, y siguió con el hijo, José Prudencio del Cuervo, que fundó la Taberna del Cuervo.

El hijo de éste, José María, fue el que comenzó a producir el llamado "vino de mezcal" y formó la primera destilería el Tequila (Jalisco, México). José María fue también el que tuvo la idea de marcar con un cuervo cada botella de tequila y crear este símbolo que se ha convertido en un emblema incluso del propio México.

Jack Daniel
Jasper Newton "Jack" Daniel es lo que entendemos como un hombre hecho a sí mismo. Nació en una familia de 13 hermanos en Tennessee y fue criado por algún motivo desconocido por un amigo de la familia, que a los siete años le puso a trabajar en una destilería de un pastor luterano, quien años más tarde, cuando Jack tenía 13,le vendió la destilería.

Así empezó la historia de uno de los brebajes más demandados del planeta. Jack fue probablemente una de las primeras personas del mundo en creer que el whisky ganaba mucho si se suavizaba con carbón de arce duro, y empezó a hacerlo pese a que incrementaba notablemente los costes y era ampliamente rechazado por los productores de whisky. Jack fue, como no podía ser de otra manera, un tipo solitario y algo lunático que jamás se casó ni tuvo hijos, y dejó toda su fortuna a su sobrino favorito, justo antes de retirarse en 1907. Murió en 1911 por envenenamiento en sangre a causa de una infecció que tuvo, parece ser, después de pincharse el dedo gordo del pie dando patadas a su caja fuerte una mañana, pues nunca recordaba la combinación.

Julián Barceló
La historia de Julián Barceló puede ser bastante similar a la de algunos de nuestros antepasados, aunque tal vez éstos con finales menos lucidos, si empezamos a rascar en nuestro árbol genealógico. Este joven emprendedor mallorquín marchó a probar suerte a Santo Domingo, se estableció allí y no cejó en su empeño de crear su propio negocio.

Primero iba casa por casa vendiendo el ron que él mismo destilaba bajo el lema "este es el ron que bebo yo" y más tarde se asoció con su hermano Andrés, que andaba por Puerto Rico buscándose la vida. La empresa, siempre en manos de la familia Barceló hasta nuestros días, fue creciendo poco a poco hasta convertirse en la gran multinacional que es en estos momentos.

 

Vladimir Smirnov
En realidad fue Piotr Arsenieyevich Smirnov el fundador de la destilería homónima, pero no fue hasta que quedó en manos de su avispado tercer hijo, Vladimir Smirnov, que el vodka de esta empresa llegó a lo más alto. Piotr era analfabeto, muy pobre, y se mudó a Moscú en 1858, cuando el zar Alejandro II abolió la esclavitud y liberó a millones de siervos. Primero trabajó como lavaplatos y posteriormente en una bodega, que le hizo aficionarse al vodka, que en el Moscú de aquella época se conocía como "vino de mesa". Parece ser que las cosas empezaron a irle bien, y se convirtió en uno de los hombres más influyentes de la Rusia zarista.

Tanto él como su hijo Vladimir (los Smirnov eran de casarse varias veces y tener amantes) frecuentaban a zares y príncipes, lo que les convirtió en enemigos del pueblo cuando estalló la revolución. Vladimir huyó a Constantinopla junto a su amante. Allí, intentó popularizar el vodka, y viajó por diversos países de Europa del Este para conseguirlo, incluso se fue a Estados Unidos, pero acabó muriendo solo, en la más absoluta de las miserias.

 

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