¿Por qué a medida que voy cumpliendo años me cuesta más adelgazar?

Con el paso de los años, el organismo sufre un proceso natural, tanto de cambio metabólico como de cambio hormonal, que hace que adelgazar se convierta cada vez en una tarea más complicada. La ralentización del metabolismo ocurre tanto en hombres como en mujeres, pero en estas últimas el efecto se acentúa a partir de los 50 debido a la menopausia, que produce una disminución en la producción de la hormona tiroidea y de los estrógenos.

Durante la infancia y la adolescencia, el metabolismo es rápido porque el organismo necesita crecer, formar y reparar tejidos. Además, solemos ser más activos y por ello tenemos un alto gasto calórico. A medida que se cumplen años, el metabolismo desciende y el cuerpo consume menos calorías porque no necesita crecer más y la energía es utilizada, principalmente, para reparar tejido. Con la edad también nos volvemos más sedentarios. Este proceso se inicia alrededor de los 30 o 35 años.

Por suerte, mantener un peso saludable a partir de la treintena es relativamente fácil si se sigue una dieta variada y equilibrada. Esto es lo que puedes hacer para estar en tu peso ideal cuando los años se empiezan a notar…

Aumenta el consumo de proteínas

Además de saciar más, las proteínas (carnes, pescados, huevos…) no contienen tantas calorías como las grasas. Las proteínas también proporcionan mucha energía y ayudan a aumentar la masa muscular, que se debilita de forma natural con la edad.

Reduce el consumo de azúcar

Con el paso de los años conviene controlar el consumo de azúcar, sobre todo de la añadida (la que añadimos al café, la utilizada en postres, etc…). Si lo hacemos, reduciremos la producción de insulina y de paso, las posibilidades de desarrollar diabetes, una enfermedad muy común entre las personas mayores de 60 años.

Sigue una dieta ordenada

El desayuno debe ser la comida más importante del día y luego se debe ir reduciendo la ingesta hasta llegar a una cena ligera. Realiza cinco comidas al día, así el cuerpo gastará más calorías para realizar la digestión. Es una buena forma de mantener el metabolismo activo.

Bebe agua de manera constante

Con la edad se pierden las ganas de beber agua, por lo que hay que obligarse a beber al menos dos litros de agua al día para mantener un estado correcto de hidratación y no retener líquidos.

Duerme más horas

Las necesidades de sueño suelen disminuir con el paso de los años (con 6 horas suele bastar). Sin embargo, debes intentar dormir y descansar más porque estar despierto hasta tarde aumenta los niveles de grelina, una de las hormonas responsables de los ataques de hambre.

Es el momento de ser más activo

Realizar actividad física de forma regular acelera el metabolismo y evita que se pierda tonicidad y flexibilidad en los músculos. En personas de mayor edad se recomienda la práctica de deportes de baja intensidad como yoga, pilates, natación o simplemente, salir a caminar.