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VERDADES Y MENTIRAS SOBRE EL EFECTO DAÑINO DE LOS ALIMENTOS

¿Por qué se dice que la comida es la droga del siglo XXI?

Cada vez leemos y oímos más cosas sobre alimentos que causan adicción, otros que crean intolerancias o que repercuten directamente sobre la salud… ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Hay que dejar de comer carne o de tomar leche?

Miedo a los alimentos

Miedo a los alimentosG+J

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Las corrientes que defienden volver a una alimentación sana y natural están demonizando el consumo de determinados alimentos. Pero, ¿cuál es la realidad? ¿Son malos para la salud?

Entre las tendencias que hay está la de no comer carne, con iniciativas tan virales como los famosos lunes sin carne, no tomar leche de vaca, reducir el consumo de azúcar o de sal… Sin embargo, no todos los nutricionistas están de acuerdo con estas restricciones.

"La leche solo es para los bebés"
Es una de afirmaciones que más repiten las personas que apuestan por no tomar leche más allá de la fase de lactancia.

Desde hace algún tiempo hay mucha controversia entre los defensores y los detractores de este alimento. ¿Sabías que el consumo de leche en España se ha reducido un 15% en los últimos años?

Estamos tomando un vaso cada día, frente a los dos y tres vasos de leche diarios que se recomiendan.

Los nutricionistas lo tienen claro: salvo en casos de sufrir intolerancia o alergia a la lactosa o a algún otro componente de la leche, no es malo consumir leche de vaca a diario. De hecho, es todo lo contrario: es una importante fuente de calcio y vitamina D para nuestro cuerpo.

"El gluten crea adicción"
Se ha llegado a decir que es tan adictivo como el tabaco y la dieta sin gluten ha sido una de las últimas dietas de moda. Las personas que apuestan por llevar una dieta celiaca sin sufrir ningún tipo de intolerancia al gluten aseguran que esta proteína crea adicción, proporciona energía a corto plazo y hasta causa enfermedades.

Sin embargo, no hay ningún estudio que demuestre que el gluten es perjudicial para la salud ni cree adición.

"La carne produce enfermedades"
La dieta vegetariana es otra de las que se ha puesto de moda últimamente y muchas personas se han sumado a esta tendencia.  De hecho, hace algún tiempo surgió una iniciativa viral que proponía dejar de tomar carne los lunes.

Los defensores de eliminar la carne de la dieta afirman que un consumo excesivo puede ocasionar enfermedades mortales relacionadas con el corazón o el cáncer.

Los nutricionistas se declaran totalmente en contra de esta filosofía y dejan claro que tomar carne es fundamental para llevar una dieta sana y equilibrada.

Nuestro cuerpo necesita tomar cada día un gramo de proteína por kilo de peso y esta proteína proviene de la carne, el pescado, los huevos y las legumbres.  Además, la carne es rica en aminoácidos esenciales, que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar y debe obtener por medio de la alimentación.

La cantidad recomendada es cuatro o cinco raciones a la semana y solo una de carne roja.

"El azúcar y la sal son drogas"
Hay muchos estudios que han demonizado estos dos ingredientes y las consecuencias para el cuerpo de llevar una dieta con exceso de azúcar o de sal. Además, dejan claro que generan la misma adicción que el consumo de drogas.

Los expertos afirman que tomar azúcar es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente, pero hay que hacerlo en su justa medida.  El problema radica en la cantidad de azúcar que se toma cada día, que supera por mucho las recomendaciones. Se recomienda consumir 25 gramos diarios  por persona y en España se consumen 112 gramos.

Esto hace que aumente el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, diabetes, obesidad… Además, el azúcar causa adición, cuanto más tomas más quieres.

Con la sal pasa más o menos lo mismo, un exceso de sal ocasiona problemas de salud tan graves como el cáncer de estómago o la hipertensión, responsable del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades de corazón. También es adictiva.

Se recomienda tomar entre 5 y 6 gramos de sal cada día y la media está en 11. Hay que tener cuidado con la sal oculta en los alimentos, que nosotros creemos que no llevan sal.

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