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ADIÓS A LAS LARGAS NOCHES EN VELA

Qué comer (o no) si tienes insomnio

Muchos insomnes recurren a la química o a la resignación para soportar sus largas noches en vela. Y si encima duermen acompañados de alguien que lo hace a pierna suelta sin importarle que tiemblen los cimientos del edificio el asunto se hace todavía más desesperante. Es cierto que la química es para muchos la única solución, pero también que hay ciertas pautas a seguir relacionadas con la alimentación para paliar este mal del siglo XXI.

insomnio

Di adiós a tus clásicos encuentros nocturnos con lo divino y lo humano. Cocinatis

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Del mismo modo que algunos alimentos nos aceleran, hay otros que nos relajan. Son esos precisamente los que tenemos que escoger si tenemos insomnio, especialmente a partir de mediodía, pero, si la cosa es severa, debemos eliminarlos directamente de nuestras vidas hasta que pase el periodo de ansiedad que nos provoca el insomnio o, si la cosa es crónica, de por vida. Aquí van algunos alimentos que deben ser nuestros aliados si tenemos insomnio y otros que debemos mantener alejados, pese a lo difícil que resulte.

1- Leche y yogur sí, pero... ¡queso no! El queso contiene tiramina, un aminoácido que actúa como estimulante. Los lácteos y yogures, sin embargo, reducen el estrés y estabilizan las fibras nerviosas del cerebro, lo que nos hace sentirnos relajados. Un vaso de leche con miel (nada de chocolates), por ejemplo, antes de irnos a dormir hará que conciliemos antes el sueño.

2-Nada de chocolate. Contiene tirosina, que se convierte en dopamina, un estimulante que no sólo nos activa sino que nos hace sentir más felices. Es cierto que el tema del insomnio es un pez que se muerde la cola: no poder dormir nos crea ansiedad y una onza de chocolate nos proporciona ese chute de felicidad que necesitamos a toda costa. En estos casos, fuerza de voluntad y en lugar de chocolate, ¿por qué no probar con un puñadito de almendras?

3- Adiós a la cafeína. Lo ideal es que si tienes insomnio no tomes nada que contenga cafeína a lo largo del día, pero también es cierto que tras una noche toledana la única manera de afrontar el día es con un buen café que nos devuelva a la vida. Si no podemos renunciar al del desayuno, que sea ese el único, o como mucho podemos permitirnos uno después de comer. Más tarde, totalmente prohibido. Lo mismo ocurre con cualquier bebida que contenga cafeína, incluidas las bebidas energéticas, tan de moda.

4-No cenes carne. Y si lo haces, que sea pavo. Las carnes rojas, especialmente si están procesadas o ahumadas (salchichas, embutidos, hamburguesas...) contienen una gran cantidad de proteínas y grasas que tardan mucho en ser digeridas e impiden el reposo.

5- Apuesta por el pescado azul. De entre las muchas propiedades que tienen ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 que encontramos en muchos alimentos, con fuerte presencia en los pescados azules, es que nos ayudan a dormir. Numerosos estudios científicos revelan que las personas que consumen habitualmente estos ácidos grasos esenciales (que el cuerpo no es capaz de producir, de manera que tenemos que hallarlos en la alimentación) duermen más y mejor, y consiguen un sueño más reparador que los que tienen déficit.

6- Sí a los plátanos. El plátano es rico en magnesio, un potente relajante muscular. Muchos casos de insomnio están directamente relacionados con un déficit de magnesio, de manera que un plátano tras la cena nos puede ayudar a dormir mejor.

7- Conviene cenar un par de horas antes de ir a dormir, evitando los alimentos muy grasos que nos van a provocar digestiones pesadas.

8- Tilas, melisas, valerianas... bienvenidas a nuestras vidas. Quienes no sean muy amantes de estas infusiones, o de las infusiones en general, pueden optar por tomar valerianas en cápsulas. Como ocurre con todos los productos naturales, el efecto de las valerianas no es inmediato: tendremos que consumirlas durante semanas para empezar a notar sus efectos relajantes, aunque probablemente, para qué nos vamos a engañar, no funcionen en casos de insomnios muy severos.

9- El hipérico también es un complemento dietético muy interesante que, al igual que la valeriana, puede tomarse en infusiones y en pastillas. Esta hierba, muy popular en algunos países europeos, es conocida como el sustituto natural del Prozac. Es, pues, un antidepresivo interesante para casos de depresión leve, y mejora los estados de ansiedad y estrés que, en muchas ocasiones, son los que provocan el insomnio. Conviene consultar en la herboristería e incorporar un par de capsulitas de hipérico a nuestras vidas.

10- Adiós alcohol. La creencia generalizada es que el alcohol nos ayuda a conciliar el sueño, y es cierto. El problema es que da lugar a un sueño de muy baja calidad, con muchas interrupciones nocturnas y un menor tiempo de sueño en fase REM. Por no hablar, claro, de la consabida resaca (o resaquilla) del día siguiente, que tampoco es lo más recomendable cuando nuestro sueño no ha sido el que desearíamos.

 

 

 

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