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UN PESCADO BLANCO QUE ADMITE MUCHOS TIPOS DE SALSAS Y COCINADOS

¿Te da pereza preparar bacalao? Cuatro trucos con los que sacarle todo el partido

¿No sueles comer pescado? ¿Te da pereza prepararlo y cocinarlo? Deja a un lado las excusas y disfruta de este delicioso manjar.

Cuatro trucos para hacer más apetecible el BACALAO

Cuatro trucos para hacer más apetecible el BACALAOG+J

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Sí, sabemos que cada vez que llegas al supermercado tus pasos se dirigen irremediablemente hacia el pasillo de las carnes. Parece que muchos tenemos una inexplicable alergia a la pescadería. Que si las espinas, que si es más difícil de cocinar, que si es menos sabroso… Ya hemos acabado con todas los pretextos imaginables, así que es el momento de descubrir el increíble sabor de un buen plato de pescado. Y no puede haber un mejor inicio que debutar con uno de los más versátiles: el bacalao.

Rico en proteínas, vitaminas y minerales, es un pescado blanco con un contenido bajo en grasa. Es el protagonista de muchas recetas mediterráneas y llena nuestras mesas en ocasiones especiales, como en Navidad o en Semana Santa. Generalmente se compra conservado en sal, por lo que antes de ponerte el delantal, hay que desalarlo.

¿Cómo desalo el bacalao?
Quitar la sal a este pescado no tiene dificultad. Básicamente hay que mantenerlo en remojo durante 24-48 horas y hacer cambios de agua. Para conseguirlo de manera más efectiva, corta la pieza en trozos, teniendo en cuenta la receta que vas a seguir después. El agua debe ser fría y la suficiente para que quede prácticamente flotando. Mantenlo dentro del frigorífico para que la temperatura sea constante y no se produzca ningún proceso de fermentación. Si los trozos son grandes deberás mantenerlos hasta 48 horas, mientras que si son finos entre 24 y 36 horas será suficiente, cambiando el agua cada 6-8. Cuando hayas terminado, deja que se seque encima de un paño de cocina a temperatura ambiente para que no pierda su textura.

¿Demasiado salado y ya cocinado?
Si es la primera vez que lo preparamos, es posible que descubramos que el bacalao tiene un sabor excesivo a sal cuando ya hemos terminado de cocinarlo. Y ahí nos quedamos, con nuestro increíble plato al pil pil o a la vizcaína, pensando si el resto de comensales nos dedicarán una mueca de asco muy exagerada. En vez de aguantar estoicamente la regañina de tu madre, puedes probar a añadir unas patatas, cocinar al mínimo durante 15 o 20 minutos y retirar las patatas. En teoría este alimento tiene la capacidad de absorber la sal y otros condimentos. El zumo de limón y el vinagre también pueden ayudarte a disimular el sabor salado, pero ¡no te pases!

Grandes platos
El bacalao es un pescado que admite muchos tipos de salsas y cocinados. Si quieres preparar un plato principal para una ocasión especial puedes recurrir a las recetas más tradicionales, como al pil pil, a la vizcaína, a la riojana, a la portuguesa… También puede ser protagonista de guisos y potajes, ya que se asocia muy bien con los sabores de los garbanzos, las alubias, las espinacas…

¿Y qué hago con las sobras?
Aquí este pescado demuestra definitivamente su versatilidad. ¿Te ha sobrado un poco de bacalao? Haz felices a los niños con unas croquetas o unos buñuelos. También puedes usarlo para el relleno de una crujiente empanada. Y no nos podemos olvidar de una de las recetas más clásicas de nuestra gastronomía: pimientos del piquillo rellenos de bacalao. Y hablando de tradiciones… ¿a quién no le apetece una tortilla rellena de este delicioso pescado?

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