Los peligros de la sal: engancha como la droga y se oculta donde menos te lo esperas

Llevar una dieta con exceso de sal está directamente relacionado con enfermedades tan graves como el cáncer de estómago, la insuficiencia renal o la hipertensión. Este última afecta en España a 11 millones de personas y que puede ocasionar accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón.

El problema está en que, además de que tomada en exceso resulta perjudicial para la salud, este alimento causa adicción, tanto como una droga. La cantidad diaria recomendada de sal está fijada entre 5 y 6 gramos, pero consumimos una media de 11.

¿Por qué es mala la sal? El 60% de la sal es cloro, la que aporta el sabor salado, y el 40% es sodio. Un exceso de sodio es malo para la salud, puesto que aumenta la presión arterial. Lo recomendado son 2 gramos de sodio al día.

La presencia de sal en los alimentos procesados se incrementa de forma importante año tras año, principalmente en platos preparados de carnes y pescados, embutidos e, incluso, en bollos y galletas.

El pan es otro de los alimentos con más sal de la cesta de la compra. ¿Sabías que hasta el 20% de la cantidad de sal que se consume al día está en este alimento? Un estudio de la OCU demostró que desde 2006 la presencia de sal en el pan se ha incrementado un 16%.

Otros alimentos considerados ligeros y dietéticos como el queso de Burgos o el jamón de york no salen mejor parados. El queso de Burgos tiene un total de 1.200 miligramos de sodio por cada 100 gramos de queso. Mientras, el jamón de york alarma por sus 965 miligramos de sodio por cada 100 gramos de este ingrediente.

Los cereales de desayuno también han alarmado a los expertos. Analizando diferentes marcas se han encontrado con algunos con 1 miligramo de sodio pero otros con hasta 1.000 miligramos por cada 100 gramos de producto.

Algunas salsas, como la de soja, también tienen grandes cantidades de sodio. Esta salsa tiene 5.720 miligramos de sodio por cada 100 gramos.

Para ser conscientes de la cantidad de sal que tomamos cada día es fundamental fijarse en las etiquetas de los productos que forman parte de la cesta de la compra.

Los alimentos procesados son los principales portadores de sal, por lo que los expertos recomiendan sustituirlos por productos frescos. Cocinar en casa es la mejor forma de controlar la cantidad de sal que se toma.

Sin embargo, un problema importante está en las etiquetas, que no están nada claras: en algunos casos no aparece la cantidad de sal, sino que se detalla la de sodio. Multiplica esta cifra por 2,5 y obtendrás los gramos de sal que tiene ese alimento.