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DESDE MERMELADA A BIZCOCHO O RISOTTO

Ocho cosas que puedes hacer con una naranja

Esta fruta que se encuentra ahora en plena temporada ofrece mil posibilidades más allá del socorrido zumo. Tiene vitaminas, especialmente C pero también B y E, además de mucha fibra. Tiene pocas calorías y contiene fructosa, de manera que nos va a aportar, además de todos sus nutrientes, ese ligero “subidón” que tan bien nos sienta, especialmente a media mañana o media tarde. Te contamos ocho cosas que puedes hacer con una simple naranja.

naranja

La naranja es una de las frutas más completas que existen. Cocinatis

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1- Comerla tal cual. Es una perogrullada, pero los expertos coinciden en que es la mejor manera de ingerirla. La naranja conserva intactas todas sus propiedades si la comemos directamente y aporta una gran cantidad de fibra que nos va a ayudar a mejorar el tránsito intestinal. Cualquier momento es bueno para comer una naranja, digan lo que digan las teorías sobre los horarios a los que tenemos que comer la fruta: por la mañana, a media mañana, a media tarde, tras las principales comidas e incluso para cenar, acompañada de otras frutas, si nos apetece.

2- En zumo. Pese a que en los últimos tiempos diversos estudios alertan sobre la conveniencia de tomar zumos de frutas (y no nos referimos sólo a los zumos envasados, con muchos azúcares añadidos, sino también a zumos preparados en casa), a causa de las grandes concentraciones de azúcar y su relación con la obesidad, es cierto que, si los consumimos con moderación y somos conscientes de que en ningún caso el zumo de naranja va a ser el equivalente nutricional a comer la naranja entera, un zumito de naranja (¿has probado a combinar con zanahoria, pomelo o remolacha?) sienta bien a cualquier hora.

3- Mermelada. Es facilísimo elaborarla en casa, y ahora que estamos en plena temporada de naranjas es un buen momento para ponernos manos a la obra y elaborar mermelada para muchos meses. La mermelada de naranja no sólo es ideal para el desayuno, sino que es una gran aliada en repostería, pues sienta de maravilla con bizcochos y tartas. ¿Un ejemplo? Cortamos en dos mitades el clásico bizcocho de yogur, lo rellenamos de mermelada de naranja y lo recubrimos, si nos apetece, con una capa de chocolate.

4- En guisos. La carne de ave es una gran amiga de la naranja, de manera que una buena forma de emplear esta fruta es utilizarla para cocinar pollo o pato. Son platos de invierno, deliciosos, que requieren poco más que una buena sesión de horno, ya que su elaboración es sumamente sencilla. Pese a que estas elaboraciones no son muy habituales en nuestro país, en otros lugares son típicas de celebraciones familiares y, especialmente, de las fiestas navideñas. Quienes tengan invitados estas fiestas y aún no hayan decidido el menú, un buen pato a la naranja puede ser una gran idea: carne de calidad, a poder ser ecológica, un buen horno y naranjas con mucho sabor.

5- En ensalada. Aunque es más habitual hallar en nuestras ensaladas frutas como las fresas, la manzana o el mango, la naranja es también una buena amiga de la ensalada. Si bien es cierto que en invierno, cuando ésta está de temporada, apetecen menos los entrantes fríos, también lo es que una ensalada con naranja puede ser el acompañante ideal de cualquier guiso de cuchara propio de estas fechas, que suele funcionar como plato único. Bastan unos brotes verdes variados, unos frutos secos y unos tacos de naranja, que pueden acompañarse de una vinagreta con un toque cítrico, para tener una ensalada original, sencilla e ideal para acompañar cualquier plato.

6- En bollería. Bizcochos, magdalenas e incluso dónuts... son grandes amigos de la naranja. En estos casos suele emplearse la ralladura para dar ese toque de sabor a nuestros productos de bollería casera.

7- Flan de naranja. ¿Has probado a añadir un toque de naranja a tu flan de huevo? Este ingrediente aporta a este postre tan popular un toque refrescante que tan bien sienta a la hora de finalizar el ágape.

8- Risotto. ¿Naranja y arroz? ¿Queeeeeé? Pues sí. Es más: naranja, arroz y parmesano son grandes amigos, y el risotto de naranja un plato frecuente en Italia. Aceite de oliva, parmesano, ajo, cebolla y naranjas. ¿A que no suena mal?

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