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POBRE CACHARRITO INDEFENSO

Llevas toda la vida utilizando mal la tabla de cortar

Es un cacharrito que todos tenemos en casa, que usamos a diario y que en muchas ocasiones utilizamos mal. Aprende a sacar el máximo partido a tu tabla de cortar, no la maltrates. Sigue estos consejos.

Con este truco dejarás de llorar al cortar cebolla

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- Límpiala siempre cuidadosamente después de usarla, aunque la hayas utilizado únicamente para cortar pan.

- Si tienes una tabla de madera y la has usado para cortar carnes o pescados, es recomendable que la desinfectes con un chorrito de agua oxigenada. Déjala reposar unos minutos y después lávala con agua y jabón.

- Nunca metas las tablas de madera en el lavavajillas, ya que pueden astillarse y resecarse.

- Es recomendable que tengas varias tablas en casa: una de ellas para carnes y pescados exclusivamente, otra para frutas y verduras y otra para quesos. No ocupan espacio si las guardas en vertical y garantizan la pureza de los sabores. De hecho, es por este motivo que existen tablas de cortar de colores, y si quisiésemos llevar el asunto de la separación a rajatabla deberíamos tener en cuenta los usos de los diferentes colores: la tabla roja es para carnes rojas como ternera y cordero, la azul para pescados y mariscos, la marrón para carnes cocinadas y fiambres, la amarilla para carnes blancas y la verde para frutas y verduras.

- En cuanto las tablas, sean de plástico o de madera, empiecen a perder la forma y no se adapten bien a la encimera debemos renovarlas.

- Puedes lavarlas con un chorro de limón y sal para eliminar por completo los olores.

- No metas las tablas de madera en el lavavajllas: pueden astillarse y romperse.

- Procura enjuagarlas siempre inmediatamente después de su uso.

- Evita las tablas de mármol o vidrio, porque aunque son más fáciles de limpiar estropean mucho más los cuchillos.

- Las manchas persistentes pueden retirarse con bicarbonato.

- Procura lavarlas con agua muy caliente (unos 70º) para garantizar la correcta desinfección.

- Es importante guardarlas en un lugar seco y alejadas de los alimentos frescos.

- En la medida de lo posible, deberías tener una tabla exclusivamente para el pan.

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