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AQUÍ DIEZ COSITAS QUE HACES MAL

Llevas toda la vida utilizando mal el microondas

Lo usas a diario y en muchas ocasiones lo usas mal. O no le sacas todo el partido que deberías. Aquí diez errores garrafales que cometes con tu microondas y que no solo estropean el aparato, sino que te impiden sacarle todo el partido.

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1- Metes bandejas de metal. El metal está totalmente prohibido en el microondas, incluso aquellas tacitas que llevan un pequeño bordecito metálico. Lo mismo ocurre con el papel de aluminio: queda totalmente prohibido.

2- Utilizar recipientes de plástico. Exactamente como ocurre con el metal, calentar plástico en el microondas está totalmente desaconsejado. Las ondas de este electrodoméstico pueden liberar dosis tóxicas de bisfenol, presente en el plástico, al entrar en contacto con el calor. Por lo tanto, vigila con el táper del trabajo: coloca el contenido en un plato o hazte con tapers de vidrio o cerámica y asegúrate de usarlos siempre para el microondas.

3- No meter nada. Esas veces que te dejas el aparato encendido descuidadamente lo estás dañando y, por tanto, estás reduciendo sus años de vida. Al estar vacío, el magnetrón –el aparato que hace que el electrodoméstico funcione– acaba absorbiendo las ondas que no absorben los alimentos, y eso resulta perjudicial a medio plazo.

Microondas en llamas
Microondas en llamas | Agencias
4- Calentar agua. Ojo, que se puede calentar agua tranquilamente en el microondas (si te estás preparando una crema casera, o un caldo, por ejemplo, o si tu vitrocerámica es tan lenta que quieres echarle una mano), pero nunca deberías dejar que llegue a ebullición. Es decir, calentar agua sí pero despistarse no. El agua puede calentarse en exceso, y dado que el microondas no produce burbujas, se puede liberar el calor violentamente y el recipiente puede explotar. Para evitarlo, basta con introducir en el recipiente en que calentamos el agua una cuchara de palo.

5- Calentar aceite. El aceite se calienta fatal en el microondas, ya que las moléculas carecen de la polaridad del agua. Si pretendemos cocinar con aceite hirviendo, desde luego este aparato no va a ser nuestro aliado.

6- No limpiarlo. Y cuando decimos limpiarlo, nos referimos a limpiarlo a fondo, algo que debe hacerse regularmente: extraer la bandeja, limpiarlo cuidadosamente por dentro con un detergente poco agresivo y pasar un trapo a los motores para que no se acumulen partículas de polvo. Pocos electrodomésticos de la casa están tan expuestos a las bacterias y la contaminación, de manera que es fundamental limpiarlo cuidadosamente para mantener la salud de toda la familia.

7- Meter recipientes grandes. Esos que no dejan girar el plato, totalmente prohibidos. Si la bandeja no gira el contenido no va a calentarse correctamente.

8- No tapas la comida. ¿Todavía no usas las clásicas tapas para microondas? Pues deberías, por varios motivos. Algunos expertos señalan, aunque en esto parece no haber consenso, que así se protege a los alimentos del contacto con las ondas. En cualquier caso, hay que usarlos para proteger las paredes del microondas del contacto con las partículas de grasa que se liberan al calentar, y alargar así su vida útil.

9- Lo usas para descongelar. Y lo cierto es que pese a que esta función te ha salvado en numerosas ocasiones, descongelar al microondas no es lo más recomendable. Lo mejor es siempre descongelar en la nevera, de manera que tenemos que hacerlo con la suficiente antelación, y si esto no es posible utilizar únicamente la función de descongelar de la máquina. Descongelar mediante un calentamiento salvaje hará que los alimentos se cuezan y pierdan sus propiedades organolépticas y nutritivas.

10- No haces zumos con él. Nos referimos a sacar todo el partido a los cítricos del zumo, cosa que podemos conseguir con un simple toque de microondas. Basta con meter las naranjas del zumo unos 10-15 segundos: sacaremos mucho más jugo cuando las exprimamos.

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