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LO PETA EN CALIFORNIA

La leche de camella, nueva tendencia hípster

¿Cuál es el último enamoramiento de los foodies californianos que siguen preceptos 'healthy'? Pues ni más ni menos que la leche de camella, el ‘must drink’ del año a juzgar por el número de famosetes que han posado consumiendo este néctar y la expansión fuera de EEUU que está conociendo este producto.

Leche de camella

Leche de camellaDesert Farm

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Ya va siendo costumbre que los californianos marquen tendencia en muchos ámbitos, sea en moda, arte o gastronomía. En este último sector, allí empezó la fiebre por los food truck, las tostadas de aguacate o los zumos vegetales détox que ahora tienen hordas de fans en nuestro país.

Y en los últimos años, si por algo se caracteriza el fervor que domina los foodies de la costa oeste estadounidense, es por los productos saludables, más comúnmente conocidos como ‘healthy’, que también han conquistado a nuestros gourmets nacionales. Y en esta línea, ¿cuál es el último enamoramiento de los hípsters californianos? Pues ni más ni menos que la leche de camella, el ‘must drink’ del año a juzgar por el número de famosetes que han posado consumiendo este néctar.

Antes de que esgrimas una mueca te contamos de qué va. No se trata de un ingrediente raruno sino que es muy común entre las comunidades nómadas de África del Norte, que lo consumen de forma periódica desde que domesticaron a los camellos hace miles de años. En los últimos tiempos esta bebida ha cruzado el charco por iniciativa de jóvenes empresarios de países orientales que han olido la oportunidad de negocio en el país donde “todo es posible”.

Tanto es así que ya han abierto en suelo estadounidense diversas granjas con rebaños de camellas que se dedican a la colecta de su leche. Sin embargo, debido a que aún son minoría y que su preciada leche es más difícil de ordeñar que en el caso de vacas, cabras y de más animalitos, su precio es relativamente alto: contad unos 13 euros la botella.

Leche de camella
Leche de camella | Camel Milk

Eso sí, a juzgar por sus bondades, parece ser que vale mucho la pena consumirlo. En efecto, esta alternativa con un sabor muy parecido a la leche de vaca -aunque un pelín más salada- es más digerible y, según los expertos, al tener solo una pequeña cantidad de lactosa reduce los riesgos de intolerancia a los hidratos de carbono, presente en la de vaca.

Además, esta bebida es 10 veces más rica en hierro que la leche de vaca y contiene muchos nutrientes: calcio, magnesio, fósforo, sodio, vitamina B y C. También es positiva por el sistema inmunológico.

Ante tantas virtudes y éxito, el fervor por la leche de camella ya ha llegado a Europa y algunas firmas de granjas productoras como Desert Farm, entre otras, ya tienen sucursales en Francia, Alemania, Holanda o Suecia. Y eso hace prever que no tardarán mucho tiempo en instalarse en España.

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