Ignora estos mitos sobre la dieta si quieres adelgazar

Ay, las dietas, cómo son. Pensamos que son tan sencillas como seguir unos cuantos consejo y ¡hala!, a perder lorzas por el camino. Sin embargo, la realidad (la dura realidad) es que hay mitos que seguimos a pies juntillas y que ni mucho menos nos ayudan a adelgazar. Y ahí siguen, cincelados en piedra. Te hablamos de siete en concreto que es mejor ignorar si quieres que se te ponga tipín.

"No comas hidratos de carbono". Esta es una de las frases más repetidas por los que se supone que saben del asunto. Te hacen un excel en el que aparecen tus menús por días y ni rastro de arroz ni pasta. A ver, los hidratos de carbono son necesarios y pasar de ellos no le hace ningún favor a tu organismo. Dicho esto, es cierto que hay que optar por los correctos: los integrales, y en una cantidad no excesiva, que te mantendrán saciado durante más tiempo.

"Si es sano, no te engorda". Volvemos a tomar todo con medida. Te garantizamos que el aceite de oliva virgen extra es sano. Eso sí, si te bebes una botella, pues, hombre, algo engordarás, ¿no? La comida puede ser saludable y hacerte ganar peso siempre que tenga calorías, con lo que no hay que mezclar argumentos. Es verdad que la comida insana suele hacerte ganar peso, pero eso no hace que lo contrario también sea cierto.

"Si haces ejercicio, puedes comer lo que quieras". Hay que llevar una alimentación sana, independientemente del ejercicio que hagas. Es cierto que, si te machacas en el gimnasio, es más que probable que quemes calorías pero eso no te da la carta de libertad para entregarte a la bollería industrial cada noche. Ejercicio, sí. Una alimentación equilibrada, también.

"Sáltate alguna comida y perderás peso". Otro mito gordo (es un decir) que se basa en la máxima de que si dejas de comer en algún momento del día, menos calorías que te echarás al cuerpo... Lo que no tiene en cuenta esta afirmación es que se genera un efecto rebote, que te lleva a comer más en la siguiente ocasión que tengas. Y ese no era el plan inicial, ¿verdad?

"Quita el gluten de tu dieta y todo irá bien". Este es un mito reciente y tiene que ver con la caza de brujas antigluten que se está llevando a cabo en los últimos tiempos. Vamos a ver, ¿eres celíaco? ¿Sí? Pues efectivamente será mejor que no tomes gluten. Si no tienes ningún problema con el trigo y otros cereales, dejar de tomarlos es una decisión loquer y que no te ayudará en absoluto.

"Toma proteína como si no hubiera un mañana". Poner todas tus esperanzas en la proteína es como pensar en el casino que te va a salir rojo o negro porque sí. La proteína, si no se quema, también se acaba acumulando en el cuerpo y en forma de... ¡oh, sorpresa! ¡Grasa! Es verdad que suele resultar menos calórica, pero no dejemos de pensar que, si comemos más de la cuenta, acabará quedándose almacenadita en nuestro cuerpo serrano.

"Bebe agua para adelgazar". La creencia (extendida, la verdad) de que el agua es una especie de ácido capaz de quemar la grasa del cuerpo tiene menos credibilidad que los ovnis avistados en Alpedrete. El agua te hidrata y te ayuda a depurar, pero pensar que, por beber dos litros al día, la grasa que comamos se irá como por arte de magia es una creencia fantástica que no, no se corresponde con la realidad.