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Buñuelos de bacalao, 'pica-pau', 'queijinhos'...

¡Hazte un picoteo portugués para la final de Champions!

A apenas unas horas de la final de Champions League más "madrileña" de la historia, nos apiadamos de aquellos aficionados que van a tener que verla en casa. Para no sufrir de 'saudade' por no estar en Lisboa, proponemos un picoteo cien por cien luso. 'Bem-vindos'!

Queso, aceitunas y fiambre: una buena selección de petiscos a la portuguesa

Queso, aceitunas y fiambre: una buena selección de petiscos a la portuguesaVíctor Camilo / Flickr

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Lo tienes todo listo. Tu pantalla plana, tu vuvuzela de cuando el gol de Iniesta, tus pósters de Cristiano o Diego Costa (según el caso), la bandera al cuello aunque estés sudando la gota gorda... Además, has invitado a tus colegas de un equipo, tus colegas del otro, el pibón del sexto que dice que pasa del fútbol por si cae algo, el que te fía en la tienda, un primo lejano tuyo que se había quedado sin plan... Pero, ¿has pensado en el picoteo? ¿No quieres quedar como un máster del universo del snack? Te proponemos que pases de bolsas de patatas y pipas para hacer un picoteo cien por cien portugués. Tranquilo, que es más sencillo de lo que parece.

Los básicos. Cuando entras en un bar en Lisboa siempre te ponen delante un plato de 'petiscos' (aperitivos, entrantes) que, ojo, siempre te cobran aunque no mordisquees más que un poco de pan. Si quieres que tu salón parezca un comedor de Alfama, recibe a tus invitados con un poquito de mantequilla, unas buenas aceitunas negras y unos altramuces: puro picoteo portugués. Y ya luego, si eso, les cobras.

Los 'queijinhos'. A nuestros vecinos ibéricos les pirran los quesos en formato XXS. Ojo, ni quesitos en porciones ni taquitos precortados para vagos, hablamos de auténticos quesazos en miniaturas como los queijinhos del Alentejo, picantones, fuertes y un pelín salados. Los puedes encontrar en queserías especializadas y serán una triunfada. Los puedes partir a la mitad: el 50% de uno de estos quesitos es suficiente para cada comensal.

¡Pica-pau! Empezamos con las maravillas. Esta receta no tiene pérdida y verás a tus colegotas derramar lágrimas de agradecimiento. Se trata de cortar carne de ternera en tiras y rehogarlas en aceite, sal, pimienta, ajo, laurel y medio vasito de cerveza. Dejamos reducir para que se vaya el alcohol y servimos con aceitunas verdes de acompañamiento. Se comen con palillos, de ahí su nombre, que hace referencia al pico del pájaro carpintero.

'Molho de alho'. Los portugueses adoran el ajo. Esto es así. De modo que, a no ser que Victoria Beckham esté en tu guest list, cúrrate una crema a base de queso rebajado con un poco de leche y un par de dientes de ajo machacados. Dale caña a la túrmix y te quedará una salsa para untar biscotes buenísima.

Almendras a la portuguesa. Si quieres hacer la receta por la que suspiran en Lusitania, compra almendras naturales y dales una vuelta en la sartén con un poco de aceite de giral, sal y una pizca de cayena. Ahí tienes un snack fácil y resultón, con un toque personal. A estas alturas, si la vecina no se te arrimado es porque está a dieta. Y si está a dieta...

...Vamos con una salada de polvo. Bajo este sugerente nombre, se encuentra una sencilla ensalada de pulpo, uno de los entrantes que más les molan en Portugal. Además, es poco calórica. Lo ideal es comprar el pulpo ya cocido, cortarlo en rodajas y acompañarlo con una buena lechuga, con una hoja lo más verde posible. Alíñalo con una vinagreta a base de aceite, vinagre, cebolla, pimiento y tomate picados en nanotrocitos y sal. Se come con cuchara para coger una rodajita de cada vez.

¡Chorizo, chorizo! En Portugal el chorizo es una religión. Les encanta el pao de chorizo, que vendría a ser como nuestro bollo preñao, pero también puedes preparar variantes con hojaldre al horno, o con volovanes. Si no te apetece hacer esta retahila de minisaladitos, coge un buen chorizo para freír y, oye, que vayan tirando.

Buñuelos de bacalao. Es el pescado nacional portugués y la estrella de mil platos, que se preparan con huevo, con nata, etc. Como tampoco quieres abrumar a tus invitados, lo más sencillo para ti y para ellos es hacer unos buñuelos que, además, puedan comer sin dejar de mirar la repetición de ese penalty que NO, NO HA SIDO. Compra el bacalao ya desalado y pícalo en trozos pequeños junto con ajo, perejil y cebolla. En un bol aparte hacemos la masa a base de un huevo, harina y agua. Removemos para que no haya grumos y añadimos el bacalao con el perejil, el ajo y la cebolla. Echamos medio sobre de levadura y dejamos levantar media hora. Después cogemos trozos de masa con una cucharada sopera y los freímos en aceite caliente. ¡Atención!, tu vecina acaba de dejar la dieta al verlos. Esto marcha...

Para beber, 'ginjinha'. Asumiendo que habrá cerveza como para rellenar varias veces el estadio del Benfica, vamos a darle un poco de sabor portugués al tema con licor de guinda o 'ginjinha', la bebida más típica de Lisboa. Se toma en chupitos, pero asumimos que, según el desarrollo del partido, habrá gente que acabará bebiendo a morro de la botella. Por cierto, si no encontramos ninguna marca portuguesa, calma: hay versiones gallegas que son igual de buenas.

De postre, serradura. Acabó el partido y toca endulzar a los perdedores. De los vencedores, ni te preocupes: están ya en otra onda. Por cierto, uno se va con tu vecina de la mano... En fin, vamos con uno fácil: la serradura. Se explica en dos líneas. batimos un brick de nata y añadimos otro de leche condensada. Mezclamos bien y metemos en la nevera para que enfríe. Machacamos galletas maría por otro lado. Colocamos en vasitos alternando capas de migas de galleta y de crema. Hala, hasta la final de 2015, que será en Berlín. Vamos a ir comprando cerveza...

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