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¿Sí o no?

¿Hay que tirar la comida en la que se ha posado una mosca?

Seguramente os ha pasado más de una vez y má de dos: una mosca se aproxima a vuestro plato, se posa unos segundos y, pasado ese tiempo, se aleja. ¿Es seguro tomar esa comida? Os lo contamos

Mosca

Ponte A PruebaAgencias

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Hoy vamos a hablaros de una movida. De una tocha, para ser más exactos. Tiene que ver con la seguridad alimentaria y con las moscas. Seguro que sois, como nosotros, de los que vemos como una mosca se posa en nuestro plato cuando estamos en una terraza, la ahuyentamos y seguimos papeando. ¿Sí, verdad? Pues mal hecho. Mal hecho de narices. Deberiais dejar de comerla inmediatamente. Y ojo porque los motivos no son cosa de risa. Atentos, muchachos y muchachas.

Empecemos con la fiesta: una mosca que aterriza sobre vuestra comida tiene un 99% de posibilidades de vomitar sobre ella. Vale, poca cosa porque son pequeñas, pero aquí ya empieza el mal rollo (esperemos que no estéis leyendo esto mientras desayunais o algo porque vaya fastidio). ¿Por qué lo hacen, os preguntaréis? Porque no tienen la capacidad de masticar el alimento, así que echan encima un chorrito en encima digestivas para ir descomponiendo la comida antes de llevársela a, puaj, su boca. O lo que sea que tengan.

Moscas de la fruta
Moscas de la fruta | Agencias

Esperad, que seguimos: las moscas, en promedio, llevan más de 200 bacterias encima y esto tiene que ver con algunas de las cosas en las que acostumbran a posarse como, ya sabéis, materia fecal o comida en descomposición. Si no habéis potado aún, podéis seguir leyendo esto: en cada una de sus patas hay pequeñísimos pelillos que hacen que sea sencillo que alguna de estas bacterias se transfieran de manera sencilla a vuestro pincho de tortilla de patata o vuestra pizza. La imagen va a peor, lo sabemos.

"Bueno, pero es que ha estado paradita solo un momento", pensaréis. Ya, pero la realidad es que basta con un segundo para que estos pequeños insectos voladores hagan de las suyas, así que el panorama es para echarse a temblar. Y hay más: no es que la mosca te vaya a pasar un resfriado o similar. Lo cierto es que son capaces de transmitir enfermedades malrolleras como la disentería o el cólera. En menos tiempo del que parpadeas. Ya sabes, la próxima vez que espantes a una mosca que se ha posado una décima de segundo en tu ensaladilla rusa, antes de seguir comiendo, deshazte de la superficie en la que ha estado. ¿Tienes dudas? Pues nada, majo/a, vuelve a leerte todo lo anterior.

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