NovaMás» Cocina

TÓPICOS FALSOS QUE HAN CRECIDO CON NOSOTROS

¡Era un mito! No hay que hacer dos horas de digestión antes de bañarse

El tema del baño ha dado lugar a numerosos tópicos que han ido siendo desmontados, por fortuna, a lo largo de la historia. Hubo tiempos en que las mujeres no de bañaban cuando menstruaban y otros no tan lejanos en que nos pasábamos tres horas en la playa esperando a hacer la digestión tras ser duramente amenazados por nuestras madres. Ellas lo hacían con buena intención, pero la historia ha demostrado que se equivocaban.

playa

Este chico se ha bañado antes de dos horas y sigue estupendo. Cocinatis

Publicidad

Porque resulta que el corte de digestión como tal no existe, que todas esas horas que te has echado leyendo tebeos y pensando en lo divino y lo humano a 35º a la sombra en pleno agosto en Torremolinos podías haber estado chapoteando alegremente en el mar. Pero tu madre, y probablemente los pediatras de la época, no sabían que lo de las terribles dos horas (tres para algunas madres, una y media para las más despreocupadas) que tan lentamente pasaban era un mito que poco a poco ha sido derrotado por el sentido común. Aunque no en todos los casos, porque todavía hay quien cree que, efectivamente, si te bañas en el mar inmediatamente después de comer.

Y esta afirmación, si bien tiene cierto sentido, no es correcta. Lo que conocemos como corte de digestión se llama en realidad shock termodiferencial y no es más que una reacción del cuerpo ante los cambios bruscos de temperatura, que puede dar lugar a náuseas, vómitos, mareos y, en el peor de los casos, pérdida del conocimiento. El shock termodiferencial se puede producir, por ejemplo, cuando nos metemos de golpe en el agua fría del mar, independientemente de si hemos comido o no. Por ello, es conveniente recuperar el viejo consejo de meter los pies en la orilla y mojarse gradualmente el cuerpo antes de entrar al agua.

En definitiva, claro que nos podemos meter en el agua inmediatamente después de haber comido, pero siempre con ayuda del sentido común. Es decir, evitando las comidas copiosas y no saltando de cabeza a la piscina, sino siempre poco a poco. ¿Que no hemos hecho caso a estos consejos y hemos experimentado náuseas dentro del agua en algún momento? La solución es abandonar el mar o la piscina lo antes posible, tumbarnos con las piernas en alto para recuperar el flujo sanguíneo e hidratarnos, bebiendo agua a pequeños sorbos.

Publicidad