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Se llevaba diciendo toooooda la vida

Hay un mito sobre la cerveza que un estudio acaba de derribar

Lo habrás escuchado a tus amigos, tus padres o, sí, tu cuñado. Pues bien, resulta que era mentira

Cerveza

CervezaAgencias

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¿Quién no tiene un amigo/a que dice habitualmente? "Ay, no, no puedo tomar cerveza, porque me hincha y me da gases". Y, a continuación, te pide que le pongas un vino, un refresco sin gas o un vasito de agua directamente. Sí, la cerveza arrastra desde tiempos inmemoriales esa mala fama de que te pone el estómago como un zeppelin, llenándotelo de flatulencias. Pues bien, la ciencia ha hablado y su resolución es que, por sorprendente que pueda parecer, esto es totalmente falso. Es decir, que la cerveza no tiene la culpa de lo tuyo con los gases, vaya.

Ha sido un doctor español, Enrique Rey, jefe del servicio de Aparato Digestivo del hospital San Carlos de Madrid, el encargado de desmentir este mito. En el estudio, titulado 'Influencia de la ingesta de cerveza sobre la fisiología gastroesofágica y síntomas digestivos postprandiales', este facultativo explica que consumir moderadamente cerveza - y estamos hablando de dos cañas al día para los hombres y una para las mujeres, una cantidad que tampoco está nada mal- no aumenta en absoluto los episodios de reflujo gastroesofágico gaseoso en sujetos sanos.

Chicas bebiendo cerveza
Chicas bebiendo cerveza | iStock

Los resultados de este estudio, publicado este año en la revista científica internacional 'Neurogastroenterology & Motility' se obtuvieron a partir del estudio de un grupo de adultos sanos mayores de 18 años. De ellos 10 bebían cerveza con alcohol y otros 20 cerveza sin alcohol. La edad media oscilaba entre los 23 y los 24 años. En ningún caso se apreció que la cerveza, respecto al agua, provocara ni más grases ni complicara la digestión. De hecho, tampoco se apreciaron diferencia significativas entre los que la consumían sin alcohol y los que la tomaban con alcohol, al menos en lo que a aspectos digestivos se refiere.

En los preliminares del estudio, además, se añade que, en el caso de pacientes con dolencias por reflujo gastroesofágico, hay investigaciones que destacan que las bebidas carbonatadas no tienen ninguna influencia. Quedaría, por tanto, la duda de si el alcohol podría provocar la diferencia. Pues bien, hay otros estudios que destacan que los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico tratados con abstinencia del alcohol no ven mejorar sus síntomas de manera significativa. Teniendo en cuenta esto, se podría concluir que ni en pacientes sanos ni en pacientes afectados por algún tipo de enfermedad de este tipo, la cerveza tiene incidencia alguna. Seguro que hay más de uno que respira aliviado...

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