La hamburguesa rosa ya existe en Japón

La historia de una escolar convertida, por arte de magia, en guerrera destinada a salvar el mundo es el argumento, a grandes rasgos, de 'Sailor Moon'. Esta serie japonesa es una de las más populares de la historia gracias, sobre todo, a la serie de dibujos animados basada en sus viñetas. Ahora, será la protagonista de un café 'pop-up' en el distrito Roppongi de Tokio.

La estrella de la carta de ese restaurante efímero es una hamburguesa que ya ha llamado la atención de medio mundo. Lo más notorio es su color... el pan es rosa, lo que la convierte en una nueva integrante de esa familia de hamburguesas de colorines que tanto se llevan en el país del solo naciente. Además , hay una estrellita en el pan junto a unas perlas de colores (suponemos que comestibles), para que el bocadillo parezca una de las estrellas de cristal que aparecen en la serie. El relleno incluye un trozo de carne, bacon y un huevo cocido. Se acompaña de una ensalada de pepinillo y otros encurtidos y de unos fritos rebozados en forma de estrellitas. Su precio es de 1.600 yenes (unos 13 euros).

Pero el menú del café de 'Sailor Moon' alberga más platos y bebidas inspiradas en la serie. El personaje Tuxedo Mask da nombre a una pasta con salsa picante que sale por unos 10 eurillos y que incluye una versión comestible en hojaldre del antifaz del personaje. Otro plato es el curry de tres talismanes, que cuesta 11 euros y que se basa en los personajes de Sailor Urano, Sailor Neptuno y Sailor Plutón. Son tres trozos de masa frita con diferentes salsas.

También hay bebidas y batidos, lógicamente. La estrella es quizá el Parfait 'Heavenly miracle romance', hecho a base de crema de chocolate blanco, masa de tarta, sorbete de gelatina y cuatro capas de frambuesa. El postre está inspirado en la gatita Luna que aparece en la serie y es una especie de macedonia de frutas con una gran bola hecha a base de mousse de bayas y que forma la cabecita del animalito. Las orejitas y los ojos se componen con diferentes frutas. Todo muy cuqui y muy japo, como podéis ver.