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PAN CON TOMATE Y PAELLA TRIUNFAN ENTRE LOS ENTENDIDOS

Hablan los expertos: ¿cuál es el mejor plato de España?

¿Cuál es el mejor plato de España? Hace unas semanas iniciamos este sondeo en el que hacíamos esta misma pregunta. Queríamos descubrir cuál es el mejor plato de España, y para ello empezamos con las comunidades autónomas, escogiendo el mejor plato de cada comunidad. Entre los ganadores de cada comunidad se va a elegir el mejor plato de España, que se dará a conocer el 1 de diciembre. Mientras, hemos querido consultar a una serie de expertos cuál es el mejor plato de España de entre los 17 finalistas. Como veis hay de todo.

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El mejor plato de EspañaCocinatis

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ÓSCAR SENAR (CORRESPONSAL DE COCINATIS EN ARAGÓN)
"El mejor es el pan con tomate, ¡dice mi madre que lo inventamos en Aragón!"

Aunque soy aragonés y pueden acusarme de alta traición por no elegir el ternasco, mi opción es el pan con tomate. Se trata además de un plato muy extendido en la zona oriental de Aragón (según mi madre, en realidad lo inventamos allí), y es un clásico de desayunos, meriendas y cenas. Une tres de los mejores elementos de nuestra gastronomía: pan, tomate y aceite. Pero... ¡Cuidado! Para ser merecedor del primer puesto, han de cumplirse un par de requisitos. En primer lugar, calidad en los ingredientes. La base ha de ser un pan de calidad, de horno tradicional de pueblo, nada de gomosos precongelados; no puede usarse un tomate cualquiera, el apropiado es el tomate 'de colgar', la variedad autóctona que aguanta en el desván durante todo el invierno; y el aceite ha de ser virgen extra, a ser posible de la cosecha del año. En segundo lugar, es un planto tan sencillo como difícil de ejecutar: el tomate se unta sobre el pan, ni se ralla ni se tritura ni ningún otro sacrilegio amparado por la infausta denominación 'pantumaca'. Solo ya es un plato de diez, pero con fuet... ¡Ah, con fuet! Es la gloria.

RAQUEL PIÑEIRO (CONDÉ NAST TRAVELLER)
"Celebremos el pulpo a feira como el milagro que es"

Mi voto va para el pulpo a la gallega por los siguientes motivos, aparte de por los obvios y sentimentales:

- He probado pulpo de muchas y muy variadas formas: a la brasa, rebozado, al horno, estofado... y para mí la receta de pulpo a la gallega, o "a feira", como se llama allí, no tiene comparación. Con apenas un poco de pimentón y un chorro de aceite (y patatas, si se quiere ser completista), se consigue una alquimia que realza y respeta al máximo el sabor del producto. Con el arroz, el cordero o las patatas podrá haber disparidad de criterios en cuanto a qué elaboración les sienta mejor. Con el pulpo no hay duda posible.

- Es aparentemente sencilla, pero cuesta encontrar un pulpo a feira bueno de verdad. Parecería que cocer un pulpo no tiene mayor misterio, pero dar con el punto exacto de cocción y que no se quede duro ni chicloso requiere su pericia. Con una pulpeira es imposible equivocarse.

- El pulpo tiene algo de exótico y atávico que provoca muecas de asco en algunos comensales de países donde no es costumbre consumirlo. Así que aunque aquí estemos acostumbrados al plato y no le demos importancia, cuando lo tengamos delante celebrémoslo como el milagro que es.

LAIA ZIEGER (GASTRONOMISTAS)
"Como buena guiri me quedo con la paella. ¿Cómo puede ser que hayáis dejado a las bravas fuera del ranking?"

Como buena guiri que un día fui en este país, me quedo con la paella. Tanto por lo que representa entonces (mar, sol y vacaciones), como por los sentimientos que me transmite ahora que vivo aquí: comida dominguera con la familia. En torno a una paella,  parece que siempre surgen historias y anécdotas. Por otra parte, es un gran plato, de elaboración lenta, y con miles de secretos propios a cada cocinero o cocinera para aportarle su toque personal, por lo que cada paella que pruebas es única (no incluimos aquí estas preparaciones con un color naranja dudoso, claro).

Y para quedarme tranquila necesito expresar mi indignación ante el hecho que las patatas bravas no aparecen en este 'ranking'. Son, en mi humilde opinión, una de las joyas gastro-populares de este país y expresan todo el buen rollo que hay estando tapeando con buenos amigos.

BELÉN PARRA (EL MUNDO)
"El pan con tomate, un plato pobre pero riquísimo"

Como catalana y panarra, me quedo con el pan con tomate. Simple, sencillo, fácil y rápido de elaborar, siempre apetecible y arraigado a nuestra Cultura.
El pan adecuado bien regado de AOVE en un bocado único o acompañado de jamón ibérico, de escalivada, de una buena anchoa o de un trozo de tortilla con patata y cebolla es un plato pobre pero riquísimo. Reivindico el trabajo artesano de las masas y el amor por la cocina dulce. De ahí que eche en falta algún postre entre tantos platos. En este sentido, la elección de la ensaimada me parezca tan justa como necesaria.

DAVID VALDIVIA (LA HORA DEL BAGEL)
"El pintxo vasco, porque representa la sublimación de la tapa"

"Claramente el mejor plato de España son los pintxos del País Vasco. Por dos razones muy claras y contundentes: la primera es que aúna en sí mismo la personalidad incolume de eso tan patrio y motivo de extraño orgullo que es la tapa. Nadie sabe lo que es del todo pero queda bien y el pintxo vasco es la sublimación de una tapa por su variedad y calidad del producto. Por otro lado y yendo a la contra del primer punto, es el único plato que dignifica y justifica la utilización de un producto guarrindongada clásico como el surimi que pasa como una especie de ensalada de cangrejo sobre un trozo de pan cuando lo mezclas en una salsa parecida a la mayonesa. El súmum sin duda."

CARME GASULL (ENTAULATS.CAT)
"Pese a mis apellidos, mi voto es para la paella"

"Con estos apellidos, esta votará el 'pa amb tomàquet'". Lo habéis pensado. Pues no os lo voy a poner tan fácil, Cocinatis. Por mi ADN corre también sangre aragonesa, aunque no el ternasco no me tira mucho, la verdad. Mi voto es para la paella, sea de donde sea, pero que esté bien hecha, copón. La mejor que he comido, en casa de los Arenas, familia valenciana de pro. Igualica a la que está en concurso. Con su pollo, su conejo, su judía verde y su garrofón. ¡Força Valencia i amunt la paella!

IGOR CUBILLO (LO QUE COMA DON MANUEL)
"Me quedo con las gachasmigas, porque son un exponente de la cocina más humilde"

"Si me tengo que ceñir exclusivamente a las tentaciones recogidas en esa lista de finalistas, me quedo con las gachasmigas, por ser exponente de la cocina más humilde. Particularmente, siento admiración y predilección por la cocina de supervivencia, por las sabrosísimas creaciones que amos y amas de sus casas y sus fogones han tenido que ingeniar, en la mayoría de ocasiones por pura necesidad, para reaprovechar sobras o lo poco que cubrían telerañas en cámaras, fresqueras y despensas. Y entre esos platos, sea dicho de paso, y sea de la región que sea, tengo debilidad por la sopa de ajo, la resurrección del pan acartonado con poco más que agua, liliácea, tomate y, si hay suerte, huevo. Un milagro con mucho gusto".

IKER MORÁN (LA GULATECA)
"Me quedo con el jamón extremeño. Votaría por la paella pero temo a los integristas"

Me quedo con el jamón extremeño. Por aquello de que un vasco que vive en Catalunya defendiendo el producto extremeño seguro que queda muy exótico. Votaría por la paella, pero tengo miedo de que los integristas del tema empiecen a preguntar si lleva o no cebolla y se líe. Imperdonable, eso sí, que la tortilla de patata, uno de los grandes inventos de la cocina popular española, no esté entre los finalistas. Eso sí, que al hablar de cocina vasca los pintxos (mejor en Bilbao que en Donosti, por cierto) se hayan impuesto a ese otro gran invento como es el bacalao al pil-pil o el marmitako es imperdonable. Y la 'txistorra' de Navarra es estupenda, pero ¿qué pasa con sus verduras? Esas alcachofas, espárragos, pimientos del piquillo. Como se entere la OMS que preferís una chistorra a una menestra navarra…

RUBÉN AMORÍN (NI MATA NI ENGORDA)
"El pulpo a feira: con 4 ingredientes básicos se consigue un plato irresistible"

Como gallego de pura cepa voy a recomendar el 'pulpo á feira'. Por ser un plato con tradición, cargado de historia y que ha conquistado a toda España. A pesar de ser un producto del mar, esta preparación nació en el interior, gracias a los monjes del interior de Galicia. Con 4 ingredientes básicos se consigue un plato irresistible para todo el mundo.

CARLOS G.CANO (GASTROSER)
"No hay nada mejor que un pan con tomate y jamón! Salvo la tortilla, claro"

Escribo estas líneas indignado por dos ausencias sonadas: la crema catalana (el postre más divertido y sabroso del mundo) y, sobre todo, la tortilla de patata. Por explicarlo en modo Tolkien, el cachopo, la paella, el pulpo o el lechazo son indudables anillos de poder, pero si hay uno que los domina a todos, está muy claro que es la tortilla. Popular, cotidiana, icónica, rica, asequible... ¿Qué más se le puede pedir? De la lista me quedaría con el jamón de Jabugo. ¡Pero no hay nada mejor que un pan con tomate y jamón! Salvo la tortilla, claro...

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