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Bienvenidos, butifarra de gin-tonic y maki de morcilla

Diez 'gastrolocuras' maravillosamente raras

Quienes creen que después de la tortilla de patatas chips de Ferran Adrià nada puede sorprendernos en el ámbito gastronómico, que echen un ojo a estas 10 maravillosas excentricidades con que nos hemos topado últimamente.

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Cuando te dedicas a la gastronomía vas todo el día con los ojos bien abiertos en busca de nuevas sorpresas para tu paladar. ¿Para qué vas a comerte una oliva si puedes comerte una oliva esferificada? Esferificaciones, espumas, deconstrucciones y humos saliendo de platos ya han dejado de sorprendernos, acostumbrados como estamos a que la gastronomía sea un constante banco de pruebas, uno de los laboratorios de creación más efervescentes que hay actualmente en España en cualquier disciplina. Pero aún así, curados de espantos como creíamos que estábamos, hay cosas con las que nos hemos topado últimamente, insólitos descubrimientos gastro, que nos han dejado patidifusos. Aquí nuestro 'top ten' de rarezas y rarecitas preferidas:

1- Rocambolesquismo nipón. 
Si Chema Soler, de la Gastrocroquetería (Madrid) creía que era necesario crear un makisushi de morcilla de Burgos con bacalao ahumado, es porque, efectivamente, lo era. Y es que cuando ya nos habíamos acostumbrado a que aguacates, mangos y bries figurasen en el interior de los makis, llegó Chema a poner nuestro imaginario gastronómico japonés patas arriba. Viva la fusión burgalesa-nipona. 

2- Croqueta líquida. Tanto, que se sirve en un bol y se come con cuchara, como una sopa. Se la ha inventado el chef Carles Tejedor, ex del clásico barcelonés Via Veneto, en su nuevo proyecto gastronómico recién abierto, BY 13. Dice que es un homenaje a las croquetas de jamón de su abuela, que a él le gusta romper moldes y que su restaurante-bar es muy pequeño y no le apetecía colocar una freidora. ¿Cómo es una croqueta que no se fríe? Pues una masa exactamente igual que la de una croqueta estándar de jamón, servida en un pequeño bol y con una capa en la superficie de panko tostado y patatas chips desmigajadas. Rara, pero buenísima.

3- Butifarra de mojito (y gin-tonic).
Las butifarras están de moda (llámenles 'hot dogs', si lo prefieren), los mojitos están de moda, pues '¡equilicuá!' En La Planxa, el puesto especializado en salchichas y otras carnes a la plancha del flamante Mercat Princesa del Born barcelonés, han conjugado ambas modas para dar lugar a sus butifarras de mojito y gin-tonic, entre otras marcianadas. De momento sólo nos hemos atrevido con la de mojito que, efectivamente, sabe a mojito una barbaridad. El debate es el de siempre: ¿era necesario?

4- Helado de cannabis. 
Es un clásico del panorama heladero barcelonés y está a la venta desde hace unos años en la curiosa heladería Belgious, que cuenta con dos establecimientos en Barcelona, un simpático local especializado en helados extravagantes entre los que hallamos no sólo el que nos ocupa (muy rico, por cierto), sino cosas como el helado de gambas a la plancha, de jengibre, de chocolate con queso de cabra, de mojito, de curry o de mostaza antigua de Dijon. Y es que ellos, como nosotros, también creen que no es posible que exista alguien a quien le guste de verdad la 'stracciatella'.

5- Queso de wasabi. 
Nos encontramos cara a cara con él en un reciente viaje a Múnich, en su hermoso Viktualienmarkt, un enorme mercado de productos 'delicatessen' al aire libre con 'biergarten' incluido (sólo en verano), el centro gastronómico y social de esta ciudad consagrada a rendir culto a la cerveza. Y no resistimos la tentación de hacernos con un trozo y probar en qué debía consistir eso del queso de wasabi. Y sí, pica, pero está buenísimo siempre que se consuma en pequeñas dosis.

6- Mermelada de gin-tonic.
Éramos conscientes de que existen las croquetas de gin-tonic, pero no sabíamos que hay quienes no saben qué hacer para poder tomarse un gin-tonic a las 9 de la mañana y tienen que inventarse unas mermeladas. También existen las de mojito, y las hemos descubierto recientemente en una tienda de aire muy naíf, especializada en productos lácteos de calidad y dulces artesanales, abierta recientemente en el barrio de Sant Antoni, el nuevo epicentro 'hipster' barcelonés.

7- Galletismo 'indepe'. 
En el mismo establecimiento del que hablábamos en el punto anterior nos encontramos con estas galletas 'indepes', con las barras de su 'estelada' bien dibujadas a la espera de que les hinquemos el diente. Las de la foto fueron creadas con motivo de San Valentín, junto a los clásicos corazones con mensajes de amor, y es que hay quien ama mucho, muchísimo más a su patria que a su pareja. Para ellos, 'bon profit'.

8- Croquetas de castañas y panellets.
Tuvimos la ocasión de probarlas recientemente en el restaurante Casa Alfonso de Barcelona, un establecimiento de impecable cocina tradicional especializado en croquetas, donde tienen hasta 25 tipos. La de turrón, de la que también dimos cuenta, es una maravilla, aunque nos sorprendieron muy positivamente estas dos: una de castañas y otra de panellets, cuya ingesta resulta, efectivamente, extraordinariamente similar a comerse un panellet pero sin olvidar nunca que lo que te estás comiendo es en realidad una croqueta.

 

9- ¡Una cerveza de 60º! En Biercab, un establecimiento barcelonés que se vanagloria de tener más de 30 tiradores de cervezas artesanas y todas las marcianadas que nos podamos imaginar, fue el escenario de nuestro encuentro con Start the Future, una cerveza holandesa con 60º de nada de graduación y cuyo envase más pequeño es de medio litro. ¿La cerveza con mayor graduación del mundo?, le preguntamos a Manolo, alma mater de este local que rinde culto a la birra como ningún otro. Pues parece que no: de momento nadie ha superado los 65º de la Armaggedon. Escocesa, claro.

10- Taza morro de cerdo. Estaban las tazas friquis, las tazas muy friquis y después está la taza morro de cerdo. Acabamos de descubrirla en www.quelovendan.com y hemos caído rendidos a sus indiscutibles encantos. ¿Qué son 11,90 €?

 

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