Las fusiones de marcas que más lo petarían

La noticia, que luego no se concretó, de que McDonald's y Burger King iban a lanzar una hamburguesa conjunta, nos hizo soñar con un híbrido que recogía lo mejor de dos mundos. y nos hizo imaginarnos otros productos fusión que podrían petarlo 'hard'. Aquí van cinco ideas que salen de nuestra cabecita enferma.

Oreo + Príncipe - Tengo mogollón de colegas que se quejan de la crema que va dentro de las Oreo. Y tengo mogollón de colegas que hablan de que las galletas Príncipe (lo que va por encima y por debajo del chocolate) no son también de chocolate. ¡Voilà! Abrimos una Oreo y en lugar de chupar, metemos dentro una Príncipe. Un 'mash up' épico y la cumbre hispano-yanqui definitiva. Obama y Rajoy, ya no hace falta que quedéis.

Domino's + Telepizza - El secreto en la masa de Telepizza aliado con esas locuras tan al estilo norteamericano de Domino's, como los bordes que esconden queso (o jamón). Incluso podríamos ir más lejos, hacer una pizza con la masa pan de Domino's que llevara de ingrediente una pizza de telepizza completa. La doble masa, al poder. En cuanto a los ingredientes juntar la crema estilo bourbon de Domino's con la ya desaparecida (snif!) pizza de patatas fritas de Telepizza puede llevarnos al fin del mundo.

Cola Cao + Nesquik - Vale: se trata de coger la fórmula original de Cola Cao y hacerla soluble de una vez como el cacao de Nesquik. ¿Que ya existe un Cola Cao turbo fácil de disolver? Ehhh... ¡pero no es lo mismo! Y si no, hacemos una nueva imagen corporativa con el conejito de Nesquik acompañado de los "negritos del África Tropical" de los que hablaba la canción de Cola Cao. 'Quicky y sus afroamigos': muy pronto en tus pantallas.

Taco Bell + KFC - Estas dos empresas de 'fast food', conocidas como "las que no hacen ni hamburguesas ni pizzas" bien podrían crear el taco de pollo frito al estilo sureño definitivo. Regado, además, con ensalada de col al estilo del coronel y guacamole tex-mex. La pesadilla definitiva de Donald Trump.

Pepsi + Cocacola - Bueeeeno, buueeeno. ¿Por dónde empezamos? Quizá este sea el híbrido más improbable. Juntar la fórmula secreta de Coca Cola con el sabor ligeramente más dulzón de Pepsi debe ser cómo mezclar agua y aceite... el cerebro nos explota, seguro.