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Un callejero para comérselo

Estas son las mejores calles para tapear en España que aún no conocías

Nos hacemos una guía con algunas de las rúas más sabrosas de España. Si vas por aquí y quieres un buen picoteo, no lo dudes, lo conseguirás

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Según la sabiduría popular, la primera tapa se remonta a siglos atrás, cuando se usaba una loncha de embutido o de queso para tapar los vasos y evitar que se colaran las moscas. Aunque hay quien cuenta que el rey Alfonso X ordenó que en cada tasca se sirviera una porción de comida con cada copa de vino para minimizar los riesgos del alcohol, cansado de los accidentes provocados por la ebriedad de los carreteros. Sea cual sea el origen del tapeo, lo cierto es que hoy es una forma de vida en España. Tanto que en algunas ciudades encontramos calles destinadas a tal fin, que se convierten en atractivas rutas de sabores a considerar en nuestra escapada gastronómica. Porque hay vida (y comida) más allá de la Cava Baja madrileña, el Tubo zaragozano y la ‘senda de los elefantes’ (la Laurel) de Logroño, estas son ‘las otras calles’ que debes añadir a la lista.

No se pude tapear mal en San Sebastián.
No se pude tapear mal en San Sebastián. | Free Images

Calle 31 de Agosto, San Sebastián

Además de historia (es la única calle que sobrevivió al incendio que devastó la ciudad en 1813 durante las Guerras Napoleónicas), el 31 de Agosto es un enclave lleno de vida en el casco antiguo donde probar los auténticos pintxos donostiarras, que el mismísimo New York Times seleccionó como una de las 12 mejores rutas turísticas europeas para visitar y comer. Sabemos que es difícil elegir una única zona de tapeo en Donosti, pero este trazado peatonal a un paso de la playa de La Concha nos puede servir como eje. Y es que a ambos lados del mismo se suceden un sinfín de bares, cuyas barras, repletas de suculentos pintxos, son dignas de ver y de degustar. Si no sabes por dónde empezar, pide un pintxo y un zurito (medio vaso de cerveza) en Gandarias, A Fuego Negro o La Cepa.

Calle de la Barrera, A Coruña

Si visitas A Coruña no puedes irte sin hacer la ‘ruta de los vinos’ de la calle de la Barrera, famosa por sus múltiples barecitos y por las actividades gastronómicas que promueven los hosteleros. Estamos en pleno Barrio de la Pescadería, y el tapeo continúa por las calles Franja, Galera y Olmos. En cualquiera de las tabernas de esta zona, a medio camino entre bares y mesones, se pueden degustar must como la sabrosa tortilla de patata gallega o los populares tigres hechos con mejillones llegados directamente de las bateas, calamares, croquetas y una buena variedad de tapas locales como el ‘Cocodrilo’ (un filete y unas patatas panaderas insertados en un palillo) o los ‘Corniños’ (pan en forma de cuerno relleno de atún con tomate). Todo regado con ‘tazas’ de Ribeiro o una Estrella Galicia bien fría.

La calle Navas, una garantía en Granada.
La calle Navas, una garantía en Granada. | Free images

Calle Navas, Granada

Que sí, que te conoces el tapeo granaíno hasta con los ojos cerrados. La ciudad es una de las grandes inspiradoras de este arte, hasta el punto de que se puede comer o cenar ‘gratis’ a base de las viandas que nos ponen con cada vino o caña en todos los bares de Granada. Y es que las tapas a los pies de la Alhambra van incluidas en el precio. No es fácil decidirse por una sola calle, pero somos unos valientes y optamos por la de Navas, que junto a San Matías, Elvira y la Plaza Nueva forma una ruta imprescindible para cualquier visitante hambriento. Uno de bares más clásicos que se encuentra en esta calle es Los Diamantes. Suele estar lleno a cualquier hora, pero merece la pena esperar un poco a pie de barra para probar su pescaíto frito. La Chicotá, La Chopera, El Mentidero, La Botillería… también se encuentran en este paseo de tapeo tradicional. Y si tienes espíritu hipster, pon rumbo la Plaza de la Trinidad.

Plaza de San Martín, León

¿Pensabas que sólo en Granada servían tapas gratis? Pues te equivocas. En el bonito Barrio Húmedo de León, también. El punto de encuentro para comprobarlo es la Plaza de San Martin, comúnmente conocida como ‘plaza de las tiendas’ o ‘plaza de los bares’, por el gran número de negocios que concentra. Puedes empezar la jornada por la taberna Los Cazurros, un lugar 100% leonés, famoso por la generosidad de sus tapas, abundantes y de calidad (muchas a base de embutidos de la tierra) y continuar probando las croquetas del Rebote, con sabores de lo más variopintos, los fiambres de Entrepeñas y las patatas con queso del Llar.

Las buenas barras de Pamplona.
Las buenas barras de Pamplona. | Free images

Calle San Nicolás, Pamplona

Como suele ser habitual, es en ‘lo viejo’ (como llaman los navarros al casco antiguo de Pamplona) donde se cuece el mejor tapeo de la ciudad. Una vez aquí, la ruta de lo zuritos empieza en la calle San Nicolás, donde además de pintxos se suceden algunos de los mejores restaurantes de mesa y mantel de Pamplona. Paradas obligadas en esta calle para probar la chistorra, las croquetas de setas y los fritos de huevo son El Marrano y Casa Otano. Dos básicos que nunca fallan.

Calle Pizarro, Cáceres

Es una de las calles más antiguas de la ciudad, la que rodea la muralla, sin embargo no hace mucho que se ha incorporado (o más bien reincorporado) al circuito gastronómico del casco histórico de Cáceres. Desde hace un par de años Pizarro no deja de sumar nuevas tabernas que nacen con un espíritu moderno pero sin renunciar a la tradición original. Hoy cuenta con una veintena de bares, muy frecuentados los fines de semana a mediodía, lo que hace posible probar distintos bocados entrando y saliendo de uno y otro, alargando la hora del aperitivo hasta la madrugada. Si nos liamos, nada mejor que terminar la tarde (o empezar la noche) con un cóctel en El Pequeño Gin o en el animado Capitán Haddock.

Valladolid, la capital de la tapa.
Valladolid, la capital de la tapa. | Free images

La plaza de Coca, Valladolid

Su verdadero nombre es Martí y Monsó. Te lo avisamos porque por ‘plaza de Coca’ no vas a encontrar nada en el maps y sin embargo es allí donde se concentra todo el espíritu del tapeo vallisoletano. En este lugar de apariencia tranquila durante el día se esconde una noche canallesca que extiende sus redes hacia el Ayuntamiento y la Plaza Mayor, las calles de la Pasión, Caridad, Calixto Fernández, Comedias, Correos… Los dominios ‘tapeísticos’ de Valladolid son interminables y sus múltiples representantes apuestan por las tapas curradas, incluso gourmet. Aquí no hay nada gratis, por supuesto. Ni falta que hace.

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