7 dulces americanos que son auténticos 'guilty pleasures'

Entrar en el pasillo de los dulces de un supermercado norteamericano es adentrarse en un mundo desconocido, lleno de referencias bizarras, paquetes desconocidos -y llamativos- y opciones loquísimas. Algunas, lógicamente, ya han llegado a España, pero otras mucho están a la espera de que alguna empresa decida hacerlas desembarcar en nuestro país. Y nos lamentamos, porque, vale, no son opciones 'healthy', pero le darían un colorín a nuestros antojos puntuales muy especial.

Eggo Waffles. Los clásicos waflles (gofres estilo estadounidense), pero en versión ultracongelada y listos para ser calentados en un tostador. Un poco de sirope o miel por encima y a tirar. Desde 2016, además, la serie Stranger Things los convirtió en dulces de culto, ya que eran la única comida que trasegaba Eleven, una de las protagonistas. Solo por lo fácil de su preparación, estamos deseando verlos por aquí.

Twinkies. Hablemos de este dulce, porque, aunque figura, año tras año, entre las cosas más insanas que uno puede tomar, no deja de captar nuestra atención. Se definen como pastelitos esponjosos rellenos de una suave crema blanca y lo cierto es que la definición refleja a la perfección lo que son estos pastelitos. Hay versiones chocolateadas y los cocinillas estadounidenses preparan recetas con ellos, algunas de ellas saladas.

Keebler Fudges. Este dulce se prepara mezclando azúcar, mantequilla y leche caliente. Después se bate la mezcla y se enfría rápidamente, de modo que adquiere una consistencia lisa y cremosa. En la práctica, es una especia de caramelo que marcas como Keebler incluye como cobertura para sus cookies o relleno para sus barritas dulces. Bocato di cardinale.

Pillsbury Cinnabon Rolls. "Debo mi robusta constitución gracias a tus productos de alimentación", le espetaba el Sr. Burns de Los Simpson en un capítulo a Poppin' Fresh, la mascota de la marca Pillsbury, un clásico de los dulces de supermercado yanquis. Entre sus productos más celebrados, el cinnabon roll, un bollito con canela en su composición que, virgen bendita, huele como se supone que los ángeles deben hacerlo.

Little Debbie Fig Bars. La 'vintage' y entrañable niña de la marca Little Debbie ampara un buen número de productos. Entre ellos, están las 'fig bars', una especie de barritas energéticas que incluyen higo en su interior, lo que, sí o sí, la convierten en una opción ligeramente saludable. Aunque, para engañarnos a nosotros mismos, quién sabe, quizá funcione.

Oreo Red Velvet. Mientras en España nos conformamos con la versión clásica de las Oreo y poco más, en Estados Unidos hay versiones para todos los gustos, desde las más sencillas, que simplemente duplican la cantidad de relleno, hasta las que lo sustituyen por cremitas más abracadabrantes. Entre ellas, las de Red Velvet con crema de queso en su interior, que no dudaríamos en comprar si llegaran a nuestras tiendas.

Edward's Key Lime Pie. La gran tradición de tartas norteamericanas puede degustarse de varias maneras: sin duda, la mejor es hacerlo en sus versiones más caseras, por alguna ama de casa afable o una camarera llamada Tracy en un diner de carretera. Otra opción es comprarlas ya hechas y empaquetadas y la firma Edward's comercializa alguna de las más míticas, como la Key Lime Pie o la Apple Pie.