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MUCHO MÁS QUE JAMÓN Y SOMONTANO

Diez desconocidas joyas 'gourmet' aragonesas

Aragón es un gran desconocido gastronómico. Más allá de 'clásicos' como el Jamón de Teruel, el ternasco o el vino del Somontano, hay un sinfín de productos insospechados procedentes de tierras aragonesas, que destacan además por su calidad 'gourmet'. Vino de los Monegros, azafrán del Jiloca, conservas del Campo de Borja, paté del Valle de Tena... Hay mucho y bueno por saborear.

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Aragón está repleto de joyas 'gourmet'.Cocinatis

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"La gente se sorprende cuando descubre los alimentos que se elaboran en los pueblos de Aragón", asegura Franck Parnaudeau, propietario junto a Mª José Andrés de Mi Espacio Gourmet, tienda de referencia para los amantes del buen comer en Zaragoza. Como no podía ser de otra manera, este francés es un apasionado de la gastronomía, y siente predilección por todo lo que ofrece su tierra de acogida. Guiados por su experta mano, repasamos diez de estas ocultas joyas 'gourmet', cuyo único secreto radica en que "están elaboradas con cariño y dedicación".

1. Vinos de Uncastillo y de los Monegros
Primera sorpresa. Algunos de los mejores vinos de Aragón no pertenecen a ninguna denominación de origen, como Somontano o Cariñena. El Uncastellum Rosado, elaborado en Uncastillo por Bodegas Uncastellum, ha recibido un buen montón de reconocimientos en la última década, el último la medalla de oro del X Concurso Nacional de Vinos Ecológicos de Estella (Pamplona). Este caldo se elabora a partir de uvas procedentes de agricultura ecológica, y ahí radica el secreto de su calidad. Aún más inesperado es encontrar un vino de primer nivel en el Desierto de los Monegros.

Sed -un nombre con toda la intención- es un tinto procedente de viñas del paraje de la Sardiruela, al abrigo de la sierra de Lanaja, que se trabajan y recolectan con métodos ancestrales. La minúscula bodega D Cueva ofrece un vino sin tratamientos de frío ni filtrados, cuyo aroma y armonía le han valido ser finalista en el certamen 'Nariz de Oro 2013'.

2. Licor de Ordesa
El pequeño pueblo de Broto, en la comarca del Sobrarbe, se encuentra al pie del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. En sus parajes crecen las zarzas silvestres con cuyos frutos Ordesano elabora su licor de moras artesano. Más conocido y tradicional es su pacharán, que también obtiene de endrinas autóctonas. Además de por su sabor y pureza, estas bebidas llaman la atención por su delicada presentación, con tapones tallados a mano.

3. Azafrán de Monreal del Campo
En Monreal del Campo se han propuesto recuperar el cultivo del azafrán, antigua fuente de riqueza de la Comarca del Jiloca. En ello anda la empresa de agricultura ecológica La Carrasca, que además de revitalizar la industria del 'oro rojo' (son necesarias unas 100.000 flores para conseguir un kilo de producto final), se ha lanzado a producir alimentos con un toque de azafrán. Así, bajo la marca La Sabina, comercializan no solo las hebras de esta flor, sino aceite del Bajo Aragón y queso de cabra del Maestrazgo con el particular aroma y color dorado que confieren los pistilos de esta planta.

4. Queso mudéjar de Teruel
Teruel es tierra de grandes quesos, como el de Tronchón o el de Albarracín. Menos conocidos son los que se elaboran en otros puntos de la provincia, lo que ha llevado a cinco ganaderos y queseros de la zona a unir fuerzas para elaborar una nueva variedad en busca de la denominación de origen. El resultado es el Flor Mudéjar, un queso curado de leche de oveja cruda. Además de por su exquisito sabor, llama la atención su diseño, que imita a la característica estrella mudéjar, símbolo del rico patrimonio de la provincia. Por si fuera poco, cortado a modo de cuña, se obtiene la forma de un corazón, muy propio para la tierra de los Amantes de Teruel.

5. Paté de lechal tensino con trufa negra
Si en esta lista hay un producto exclusivo es este. No tanto por su precio -ajustado si se tienen en cuenta sus características- como por su excepcionalidad. Se trata del paté de cordero lechal tensino con trufa negra de la firma Trufapasión. El ingrediente principal es la carne y el hígado de cordero de raza tensina, propia del Valle de Tena y criada de forma extensiva. A esta se le añaden otros exclusivos ingredientes aragoneses: vino de Pajarilla de Cariñena y trufas 'Tuber melanosporum' procedentes de la Ribagorza. El punto de sal proviene del valle alavés de Añana, uno de los centros de producción salina más antiguos del mundo. El resultado, cómo no, es un paté exquisito y delicado, un placer para disfrutar simplemente sobre una tostada.

6. Escalibada El Manantial
Conservas Artesanas El Manantial es una pequeña empresa familiar ubicada en Alarcón, Teruel, cerca de Belchite. En poco tiempo se han hecho un hueco en el ámbito de las conservas vegetales, que 'simplemente' asan en horno de leña y envasan con aceite de oliva. Uno de sus productos estrella es la escalibada, combinación de puerro, pimiento y berenjena, lista para degustar sobre una tostada. También destacan sus puerros, elaborados con la misma filosofía, riquísimos y extremadamente tiernos.

7. Pimientos Lores
¿Quién pensaría que uno de los productos más apreciados por los sibaritas son unos humildes pimientos? Conservas Lores, de Bureta (Campo de Borja, Zaragoza), lleva casi medio siglo de andadura elaborando y comercializando sus productos en el ámbito local, un hecho poco común en tiempos de la globalización. Su especialidad más emblemática son los pimientos del piquillo cultivados en Aragón, pelados a mano y asados a fuego vivo. Sin más, todo un 'long seller' de la gastronomía aragonesa.

8. Longaniza de Frula
Lograr un embutido 100% ecológico es tarea complicada. La carne ha de proceder de animales alimentados exclusivamente con vegetales procedentes de agricultura ecológica, y el resto de ingredientes -incluso la pimienta- también han de seguir los mismos patrones de origen y calidad. De todo esto se aseguran en Embutidos Ecológicos y Artesanos de Frula (Huesca), donde dan forma a una longaniza que, además de cumplir con estos requisitos, está buenísima.

9. Cerveza Populus
Populus es fruto de la colaboración entre dos de los maestros cerveceros de Aragón con mayor proyección, Ferrán Ferrer (Cervezas Gisberga) y Sergio Ruiz (Cervezas Lupulus). Se trata de una cerveza roja maltosa y lupulada, con una graduación de 5,3º. Es tan artesanal que, como cuenta Franck Parnaudeau, se podría decir que es una cerveza casera.

10. Mermelada de borraja y limón
La mejor manera de cerrar este somero listado -porque hay productos gourmet aragoneses a porrillo- es con un toque dulce. Lo pone Mermeladas El Perolico, una firma familiar de Rubiales, en la Sierra de Albarracín (Teruel). En su amplia oferta de confituras hay sabores para todos los gustos, pero nosotros nos quedamos con uno original y más del terruño imposible. Se trata de la mermelada de borraja y limón. La verdura aragonesa por excelencia, humilde acompañante de la patata hervida, se transforma en un dulce manjar con toque cítrico, ideal para el desayuno o para acompañar quesos tiernos.

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