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LES HARTA, Y CON RAZÓN

Diez cosas que jamás deberías decir a un vegano

Un simple comentario no molesta, claro, pero hay que admitir que pasarse el día escuchando lo mismo es muy pero que muy cansino. Nos ha pasado a todos en algún momento de la vida, y aunque en muchos casos somos conscientes de que la gente no nos lo dice con mala intención, está claro que resulta molesto escuchar lo mismo de cualquier persona, incluso desconocida, sobre nuestro corte de pelo, nuestro bebé, nuestro cuerpo o cualquier cosa digna de ser comentada. Como nuestra alimentación, por ejemplo. Pregúntaselo a los veganos, que se pasan la vida escuchando estas diez sentencias. Y hartitos los tenemos.

Pasarse al veganismo no tiene por qué ser difícil.

Pasarse al veganismo no tiene por qué ser difícil.Wikipedia

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1- "¿De dónde sacas la proteína?" O su variante "el ser humano necesita proteína", acompañada de una disertación sobre aquella época en la que nuestros antepasados cazaban búfalos y andaban bien lozanos por el mundo. Pues la proteína podemos conseguirla de múltiples maneras sin demasiado esfuerzo, porque precisamente el problema de las sociedades contemporáneas es que comemos hasta más del triple de proteína de la que necesitamos. De hecho, tanto los veganos y los vegetarianos como muchas personas que sin ser estrictamente vegetarianas comen carne muy esporádicamente mantienen altos sus niveles de proteína gracias al consumo de legumbres (que, combinadas con arroz, son una buena fuente de ellas), frutos secos, algunos pescados y otros alimentos.

2- "Las plantas también sufren". Es un comentario que puede resultar especialmente molesto, sobre todo si tienes un mal día, porque tiene un trasfondo de "¿te crees más bueno que los demás? Pues no lo eres". Sin atrevernos a afirmar categóricamente que las plantas sufren (un término demasiado complejo como para enredarnos con él), en cualquier caso de lo que estamos seguros es de que sufren menos que una ternera.

3- "¿Cómo puede ser que estés gordo siendo vegano?". Partiendo de la base de que este comentario no deberíamos hacérselo a nadie (basta ya de ir opinando sobre los cuerpos ajenos sin que nos lo pregunten), es desafortunado hacérselo a un vegano por la cantidad de errores de base que contiene. Muchos veganos comen gran cantidad de cereales, a veces por falta de tiempo para cocinar o porque acaban de introducirse en el veganismo y aún están tomando el pulso a su nueva alimentación, lo que se traduce en enormes platos de pasta, arroz o cuscús. Además de muchas ensaladas con sus consiguientes vinagretazas con mucho aceite de oliva, e incluso salsas para dar sabor a algunos platos. Son muchos los veganos que aseguran que esto ocurre especialmente al principio, hasta que comienzan a habituarse a su nueva alimentación, aprenden recetas nuevas e incorporan nuevas legumbres, verduras y semillas a su día a día.

4- "Parece que te importen más los animales que las personas". Toma ya. ¿Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad? ¿Es de verdad excluyente que te preocupe el sufrimiento animal y a su vez la pobreza infantil?

5- "¿Es vegana tu pareja?". Por algún motivo, la gente cree que a un vegano se le puede preguntar con tranquilidad acerca de sus relaciones personales sin temor a que sienta que su intimidad está siendo invadida. Imaginad que alguien nos pregunta si nuestra pareja es católica, si es rica o si se pega atracones de helado ante la tele en la soledad de vuestro hogar. ¿A que no parece afortunado? Lo mismo ocurre con los hijos de un vegano: es a los padres a quienes corresponde escoger la alimentación de sus hijos, algo que pertenece a la intimidad de la familia y en lo que nadie más que un pediatra tiene derecho a meterse.

6- "Es la naturaleza". La naturaleza también es que el macho vaya por la vida desparramando su semillita para perpetuar la especie, que la gente muera de tuberculosis o que nos coma un león. La naturaleza es muchas cosas que afortunadamente hemos erradicado que lo cierto es que usar como argumento el ciclo de la vida para justificar el trato cruel a gran parte de los animales que nos comemos no parece tener demasiado sentido.

7- "¿Qué vino antes, el huevo o la gallina?" No, los veganos tampoco comen huevos, ya que es un producto de origen animal. Punto. Por lo tanto, parece bastante insensato entrar en diatribas intelectuales sobre en qué momento podemos o no hablar de pollito o sobre cuánto sufre una gallina.

8- "Yo tenía un amigo vegano que tuvo que dejar de serlo porque tenía anemia". Pues yo tengo una tía abuela en Alpedrete que juega al bridge los sábados con sus amigas. Los pobres veganos están cansaditos de escuchar historias dramáticas sobre amigos y conocidos para los cuales el veganismo tuvo dramáticas consecuencias.

9- "Puedes comerlo, tiene poca carne". Sí, pero tiene carne. Y no, no quiero apartarla. Porque no quiero tenerla en el plato.

10- "Mi bisabuelo comía carne a diario y vivió hasta los 95 años como un roble". No hace falta decir nada más.

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