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UTILÍZALO INCLUSO PARA COCINAR

Diez consejos para sacar el máximo partido a tu lavavajillas

A menudo te sorprendes a ti mismo lamentándote de que tu lavavajillas no lava bien, de que los electrodomésticos ya no son lo que eran y maldiciendo la dichosa obsolescencia programada. En el caso del lavavajillas, esto ocurre porque no le sacas el suficiente partido y porque en ocasiones no lo cuidas bien. Te damos algunos consejos para sacar todo el partido posible a esta maquinita que tantas discusiones conyugales nos ha ahorrado.

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1- Cárgalo por completo, pero sin sobrecargarlo. Este punto suele ser el quid de la cuestión de por qué quedan restos de grasa en nuestros platos. Se trata de cargarlo bien para no gastar agua innecesariamente, pero sin hacerlo en exceso, ya que en ese caso la vajilla no se limpiará bien. Hay que evitar tapar unos recipientes con otros, colocar los platos demasiado juntos y amontonar los cubiertos. Los cuchillos deben colocarse siempre con el mango hacia fuera.

2- Límpialo. La higiene del lavavajillas es tan importante como la de cualquier electrodoméstico, aunque a menudo creemos que no es necesario limpiarlo. Debe realizarse periódicamente una limpieza profunda de la máquina, con el detergente adecuado –existen múltiples limpiadores de máquinas en el mercado–, que incluya no sólo el interior, sino también las puertas y las juntas, además de las bandejas o recipientes de los cubiertos, el filtro y los brazos.

3- Utiliza un detergente específico. Ni se te ocurra usar detergentes para lavar los platos a mano, pues pueden dañar el lavavajillas. Si tu problema es que no se te abre la bandeja en la que va el detergente y, por tanto, no se te deshace la pastilla, un truco es que la eches directamente en el lavavajillas, sin necesidad de ponerla en la ranura correspondiente. Así, te asegurarás que se deshace siempre y te ahorrarás esos lavados fallidos con la pastilla intacta.

4- ¿Y si te animas a cocinar con él? Y es que te puedes cocinar un salmón al vapor estupendo, por poner un ejemplo, mientras lavas los platos. Existen diversos recetarios de cocina al lavavajillas en el mercado, que ofrecen una serie de opciones para elaborar platos deliciosos aprovechando la energía de la máquina. Y quedan deliciosos.

5- Sal y abrillantador a tutiplén. Que la máquina funcione sin sal y sin abrillantador, y tú simplemente te dediques a ignorar esa lucecita encendida desde hace tiempo, no signifique que no le estés haciendo daño si lo dejas sin ellos. Ten siempre estos dos productos en casa y añádelos siempre que sea conveniente, en cuanto se encienda la luz o el lavavajillas te avise.

6- Evita introducir objetos delicados. El preferible lavar a mano objetos como la cristalería fina, pues con las altas temperaturas puede reventar, e incluso algunos platos o vasos con dibujos, pues podrían desteñir. Las sartenes y ollas pueden introducirse sin problemas, aunque es conveniente, al igual que con el resto de la vajilla, eliminar con agua, en la medida de lo posible, los restos de comida, para facilitar el trabajo al lavavajillas.

7- No dejes platos en su interior durante muchos días. Especialmente en verano, pues aparecerán malos olores que después te costará mucho eliminar. En verano es preferible utilizar menos el lavavajillas y no dejar platos y vasos durante días en su interior.

8- Déjalo abierto media hora después de usarlo. Es cierto que no siempre podemos hacerlo, pues a veces nos pilla fuera de casa, pero en la medida de lo posible es conveniente abrir el lavavajillas tras usarlo para prevenir la aparición de moho.

9- Úsalo con frecuencia. Es la mejor manera de mantenerlo limpio y activo. Si vamos a tenerlo inactivo durante un período relativamente largo, como en vacaciones, es conveniente hacer un prelavado sin vajilla cuando lleguemos para eliminar cualquier residuo.

10- Agua y bicarbonato para el exterior. Este consejo sirve también para otros electrodomésticos blancos que con el paso del tiempo van perdiendo su color: es interesante limpiarlos por fuera periódicamente con agua caliente y bicarbonato, para conservar el blanco durante más tiempo.

 

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