NovaMás» Cocina

NO SIEMPRE LA ANSIEDAD TIENE QUE ENSANCHAR TU CINTURA

Deja de fumar con ayuda de la alimentación (y sin engordar)

Dejar de fumar sólo es posible si uno está muy convencido de que va a hacerlo, y de que va a resistirse a la tentación ocurra lo que ocurra. Para ello, es importante buscar aliados y la alimentación va a ser, sin duda, uno de neustros principales cómplices a la hora de decir adiós al cigarro.

fumar

Dejar de fumar no es tan difícil como creesCocinatis

Publicidad

Los que dejan de fumar y cogen unos kilitos suelen asegurar que la ansiedad que produce el tabaco se aminora con los dulces. Que una chocolatina o un snack actúan como sustitutos del tabaco en esos momentos en los que les entra el mono, como aquel Johan Cruyff que comía Chupa-Chups incesantemente mientras jugaba el Barça.

Para lidiar con la ansiedad y sentirnos mejor – pues el cuerpo, sin duda, va a agradecernos que le liberemos de la nicotina – es importante seguir estas pautas de alimentación que van a hacer el proceso mucho más llevadero.

1. Una dieta rica en vitamina C. Ahora más que nunca es imprescindible el consumo de frutas y hortalizas con esta vitamina, desde tomates a kiwis, fresas y, ahora que viene la temporada, naranjas y mandarinas. Fumar durante largo tiempo tiende a provocar un déficit de esta vitamina y una de las numerosas ventajas de dejarlo es que vamos a ir recuperando poco a poco sus niveles y, por lo tanto, sintiéndonos mucho mejor.

2- Vitamina A a tutiplén. Otra de las ventajas de dejar de fumar es que, en seguida, nuestra piel va a tener mucho mejor aspecto. El tabaco, aunque nosotros no nos demos cuenta, hace que la piel se vaya volviendo opaca, además de perder firmeza y elasticidad, de manera que vamos por la vida con un aspecto lamentable, sin recordar cómo era antes, cuando no fumábamos y nuestra piel era saludable y elástica. En cuanto dejemos de fumar vamos a notar cómo nuestra piel nos lo agradece, y es conveniente ayudarla consumiendo alimentos con vitamina A, que repara los radicales libres. Verduras de hoja verde como las espinacas y las acelgas son ricas en esta vitamina, además de la calabaza o el tomate. El diente de león, que deberías acostumbrarte a tomar a diario en infusiones, es también un buen aliado.

Premiarte de vez en cuando es una buena opción cuando dejas de fumar, así que una buena opción es invertir el dinero que dejas de gastar en tabaco en tratamientos para mejorar más aún el aspecto de una piel que llevaba años pidiéndote a gritos un cambio.

3- Cinco comidas al día, o incluso seis. La idea no es que comas más que cuando fumabas, algo que probablemente ocurrirá no sólo por la ansiedad, sino porque el tabaco disminuye la sensación de hambre. Se trata de que repartas todo lo que ingerías en cinco, e incluso seis comidas al día si tus horarios te lo permitan. Con ello conseguirás que la ansiedad no te haga comer alimentos excesivamente calóricos y, por tanto, esquives el temible aumento de peso que suele ir ligado a dejar de fumar.

4- En momentos de mono, no te lances al chocolate. Una o dos porciones de chocolate negro al día no van a hacer daño a nadie, pero el ex fumador suele preferir litros de helado, bolsas enteras de bollería industrial y cuanta marranada se encuentre delante. Una buena opción cuando te entre el mono es optar por cereales integrales, que contienen hidratos de carbono complejos y son altamente saciantes. Pan con aceite, frutos secos, yogur con semillas o incluso copos integrales con alguna leche vegetal nos servirán para evitar el atracón.

5- Cuando tengas ansiedad, no caigas en la tentación. Algunos trucos son beber infusiones diuréticas e incluso ligeramente sedantes, que mantendrán a raya los niveles de ansiedad, o comer una zanahoria entera, a bocados, pues masticar nos irá calmando poco a poco. Las ciruelas también nos pueden ayudar, e incluso los frutos secos, sin abusar.

6- Evita el azúcar. Y no sólo porque no es saludable, sino porque va a incrementar la ansiedad. En cuanto bajen los niveles de glucosa del cuerpo, éste va a querer más azúcar, una sensación que no nos interesa porque va a hacer que caigamos más fácilmente en el tabaco. Sabemos que es fácil decirlo y que la fuerza de voluntad flaquea, pero es importante que optes por frutas y verduras en lugar de azúcares. Otro truco es llevar siempre un plátano en el bolso, o cualquier otra fruta, para no acabar pecando y parando en una pastelería a media tarde.

7- El chocolatito, después de comer. Es una buena idea que te guardes tus dos onzas de chocolate negro diario para esos momentos del día en los que más te apetecía fumar. Esto suele ocurrir después de comer y cenar, con el café, de manera que es un buen momento para incorporar a tu dieta el chocolate negro, que puede convertirse con el tiempo en un sustituto del cigarro, mucho más saludable. Y mucho más bueno, ¿o no?

Publicidad