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Entra en la oficina pisando fuerte

Decálogo para que comer de táper sea guay

¿Quién dice que comer de táper es deprimente? ¡Vamos, anda! Lo que es un bajonazo es bajar al menú del día del polígono industrial y echarte aceitazo industrial refrito en el cuerpo. Sigue nuestros consejos y serás el/la dios/diosa de la comida en recipientes de plástico.

Ir presumiendo de táper a la oficina no es una opción, es una necesidad.

Ir presumiendo de táper a la oficina no es una opción, es una necesidad.Tupperware Guatemala

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Vamos, vamos, deja de disimular tapando con el pañuelo ese recipiente de plástico que asoma de tu bolso. Olvídate de esperar a que todo el mundo baje a comer el menú del día para lucir tu táper. Comer de fiambrera no es nada de lo que haya que avergonzarse. Es más, desde Cocinatis defendemos el orgullo de táper como un sentimiento único, que te eleva por encima de la masa y te convierte en un ser humano mejor, capaz de conectar con sus antepasados y demostrar que sí, que es capaz de alimentarse por sí mismo. #orgullodetáper es nuestro nuevo grito de guerra. Solo hay que seguir este decálogo:

1. Asegúrate de que el táper cierra bien. Parece una obviedad, pero es así. Muchos tápers languidecen en nuestra casa y cuando te dispones a usarlo te olvidas de comprobar lo más básico: que al menos sea hermético y no deje salir cualquier vianda que decidas colocar en su interior.

2. Olvídate de los tápers del todo a 100. Te puede sonar a puritita publicidad promarca, pero aquí hay que decir que no todos los tápers son iguales. Es decir, que los que cuestan 0,90, pues acaban dando un resultado de 0,90 y los que son un poquito más carillos te acompañan durante toda una vida al trabajo hasta que te jubilas y cuelgas la fiambrera... pero, tranqui, no te emociones, que falta mucho para eso...

3. Hay cosas que van fenomenal en los tápers... Esto lo sabe todo el mundo. Empanadillas, lasañitas, croquetas... todo esto parece haber nacido para el universo de las fiambreras. No llevan ni salsas ni chorrean ni se acaban desparramando.

4. Y hay cosas a las que les sienta peor un viaje en fiambrera. Las sopas suelen ser para un táper como la prueba de fuego, el gran salto mortal. Puede que tu táper parezca totalmente hermético, una sopa siempre es un riesgo ya que puede colarse por el más mínimo resquicio que le dejes. Es como Clint Eastwood en Fuga de Alcatraz o como el chavalote aquel de Prison Break. Otro invitado complicado en el táper es la mayonesa. El plástico y las temperaturas que puede padecer en el transporte o al lado del radiador de la oficina son capaces de hacerla mutar. Ojito.

5. No mezclotees. Parece obvio, pero conviene recordar a aquellos fanáticos de los mar y montaña que estas mezclas en el táper, no. Porque imagínate, va a llegar todo mezclado más de la cuenta y cuando lo calientes en el microondas dejarás un aroma indescriptible flotando en el aire capaz de convertir cualquier espacio de trabajo en eso que queda más allá de Mordor.

6. Mete las cosas frías. Si no quieres que el calor del alimento haga que las cosas acaben recociéndose, lo mejor que puedes hacer es preparar lo que sea que vas a llevar la noche anterior y pasarlo al táper a la mañana siguiente.

7.Procura que las cosas no bailen. Intenta que todo vaya lo más compacto posible en el interior del táper para evitar que el brócoli salteado vaya en el metro haciendo el Gangnam Style.

8. Que te encaje en el bolso. Importante: si tu bolso tiene un fondo cuadrado, táper cuadrado. Si llevas una bolsita de base redonda, fiambrera redonda. No trates de subvertir las reglas de la geometría. ¿O es que quieres jugar a ser Dios?

9. Deja las cosas jugosas. El plastiquerre del táper tiende a resecar cualquier comida que introduzcas en su interior debido a las particulares condiciones atmosféricas que en él se reproducen. Por tanto, no hagas tanto esa carne o deja la tortilla un poco más sueltilla. Haznos caso, que tu paladar te lo agradecerá poniéndote un piso en Marina D' Or.

10. Practica el orgullo de táper. Lo más importante de todo y lo que te decíamos al principio. Cúrrate recetacas de 10, demuestra que tienes power con unas lentejas inolvidables o con un solomillo Wellington. Y si te atreves, tunea tu fiambrera. Sigue nuestros consejos y todos acabarán siguiéndote en la oficina.

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