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Descubre las calorías de irse de bares

¿Cuánto engorda irse de cañas?, ¿y de vinos?, ¿y de vermús?

Con el buen tiempo, comienza la temporada de tapeo en terrazas, ferias y demás sitios de buen vivir. Sin ánimo de amargar la fiesta, aquí os traemos un resumen de cuántas calorías nos estamos metiendo entre pecho y espalda cada vez que tapeamos.

Esta caña tiene más calorías de las que te imaginas.

Esta caña tiene más calorías de las que te imaginas.Freeimages

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En Cocinatis también apostamos por el periodismo de investigación. Para realizar este reportaje, nos hemos puesto nuestras mejores galas y hemos ido por los distintos bares alternando cerveza, vino blanco y vino tinto, junto con una variada muestra de opciones para el picoteo, desde las patatas fritas hasta la ensaladilla rusa.

Por la noche, al llegar a casa, hemos podido constatar, además de una cierta hinchazón en la parte abdominal, una sensación de que nos lo hemos pasado entre bien y muy bien; además de un sentimiento de empatía por el resto de nuestros congéneres. En resumen, que lo de irse de tapas nos hace más fofos, pero también mejores personas (al menos durante un rato). Aquí va un resumen de las opciones de maridaje que podemos toparnos en barras y su contenido en calorías. Hay que tener en cuenta que necesitamos ingerir unas 2.000 kilocalorías al día.

Cerveza con… patatas fritas. Uno de los grandes clásicos. ¿Hay algo más sencillo, pero a la vez más delicioso? Un maridaje maravilloso que ojo, ojito, puede ser un pelotazo calórico de primer nivel. Un botellín de cerveza, el famoso “quinto”, tiene 90 kilocalorías. Si nos ponen un puñadito de patatas fritas (unos 20 gramos) estaremos sumando del orden de 100 kilocalorías más, que pueden llegar hasta las 120, dependiendo del aceite con el que se hayan frito. Más o menos, unas 200 calorías, que se convertirán en 400 si repetimos la operación, algo que, no nos engañemos, es bastante sencillo que ocurra.

Vermú con… boquerones en vinagre. Vamos a suponer que somos aficionados al vermú. Pues nada, hay que tener en cuenta que 100 mililitros de esta bebida aportan 132 kilocalorías al cuerpo, bastante más que una cañita o un vinito. No hay que olvidar que se trata de una bebida con mayor contenido alcohólico. Supongamos que lo acompañamos de una racioncita de 150 gramos de boquerones en vinagre, que representan otras 180 kilocalorías. Ya tenemos 330. ¿Otra ronda? Nos vamos hasta las 660, más de un cuarto de la cantidad diaria recomendada… y ni nos hemos enterado…

Vino blanco con… ensaladilla rusa. El vino blanco tiene, de media, 85 kilocalorías por cada 100 mililitros. Como suelen ser vinos golosos y que se toman fríos, funcionan de maravilla con tapas melosas como una ensaladilla rusa de toda la vida que, con su patata y zanahoria cocidas, su atún y su mayonesa, se sube hasta las 218 calorías por cada 100 gramos. Como en el Un, dos, tres, sacamos la calculadora y pasamos de 300 calorías. Si le decimos al camarero que ponga otra de ambas, llegamos a 600.

Vino tinto con… tortilla de patata. Amigos, llegamos a uno de los grandes placeres de dioses: un vino tinto con una buena tapa de tortilla de patata. En el caso del tinto, las kilocalorías nos dan un respiro: alrededor de 20 menos que en los blancos, con lo que nos quedamos en 65. Respecto a la tortilla, vamos a suponer que nos ponen un octavo del total sobre una rebanada de pan, unos 150 gramos que alcanzan las 240 calorías. Otra vez poco más de 300 calorías y unas 600 cuando doblamos la apuesta.

Sidra con… queso cabrales. ¿Qué tiene esta sidrina que sabe tan bien, que cuánta más bebo más quiero beber? La bella tonada popular asturiana ya refleja lo que es el consumo de sidra: un no parar. Vamos a hacer un cálculo en base a tres culines de sidra (media botella), lo que representa unos 300 mililitros y un aporte calórico de unas 130 kilocalorías. Si lo acompañamos de una tapa de queso cabrales de 50 gramos, nos estaremos metiendo entre pecho y espalda casi 200. Total: 330 kilocalorías y como pidamos otra botella con tapa, ojo que nos vamos cerca de las 700…

Cava con… jamón con tomate. Imaginemos que estamos de celebración, ya sea en una boda, una comunión, la cena de empresa, etc… y corren el cava o el champán… Por cada 100 mililitros estamos tomando 65 kilocalorías. Imaginemos de nuevo que hay tapas de jamón con tomate sobre rebanadas de pan: a 200 calorías el bocado. Tracatrá. El maridaje nos sale a 265 kilocalorías y si empinamos un poco más el codo y hacemos la pinza para coger otro canapé nos vamos hasta las 530.

Por supuesto, estos maridajes son solo orientativos. Que nada tenemos en contra en Cocinatis de maridar vermú con tortilla o sidra con boquerones en vinagre. Eso sí, cuando llegue la operación Bikini que nadie se queje, que aquí ya lo habíamos advertido.

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