Cómo aprovechar al máximo un pollo sin tirar nada

Una pechuga de pollo entera suele tener un precio de partida de unos 4 euros, que sube si está fileteada, si el pollo es de corral etc. Un pollo entero tiene el mismo precio de salida. ¡Como lo oyes! Con el precio de tus pechugas semanales, podrías llevarte a casa un pollo entero.

Ya, pero ¿qué hago yo con un pollo entero? Seguro que es la pregunta que se te ha pasado por la cabeza. La respuesta te hará aguar la boca.

-Muslos de pollo: empecemos por lo fácil. Los muslos de pollo pueden dar mucho juego si sabes cómo cocinarlos. En tomate, con un pisto de verduras, asados… ¿Has probado los muslos de pollo a la genovesa? No hay nada más sencillo. Se cuecen en una sartén con una cebolla blanca por muslo. El resultado es un pollo tierno y dulce. Con la salsa que queda, al día siguiente te saldrán unos espaguetis buenísimos.

-Contramuslos: este corte del pollo se puede utilizar para las mismas recetas que los muslos. Incluso puedes no partir los dos trozos, para una comida con más sustancia. Una opción de las más fáciles es cocinarlos al horno sobre un lecho de patatas, cebollas y tomates Cherry. No falla nunca.

-Alas de pollo: lo ideal, cuando compras un pollo entero, es ir guardando las alitas de pollo en el congelador hasta que tengas suficientes. Cuando tus reservas de alitas ya sean consistentes, puedes hacer una comida de alitas de pollo fritas que será la felicidad de grandes y pequeños. Para una opción un poco más sana, barniza tus alitas con una mezcla de soja, miel, limón y un toquecito de jengibre y al horno. Una delicia.

-Pechugas: llegamos probablemente a la parte más versátil del pollo. Puedes hacerla a la plancha para añadirlas a la ensalada o con un chorrito de limón para comerlas solas. Puedes rellenarlas, hacer rollitos, taquitos de pollo al curry. Vamos, que el mejor ingrediente para cocinar las pechugas de pollo es la fantasía. Para no aburrirse nunca. ¿Una sugerencia? Rollitos de pechuga, calabacín, queso griego y cebollín. Perfecta para el verano.

-Carcasa: Es verdad, la carcasa del pollo parece pertenecer a aquella clase de alimentos con la que solo puedes hacer caldo. Puede que sí, pero hay caldos y caldos. El clásico es con zanahorias, apio, patatas y cebolla. ¿Y si le añades setas? El gusto cambiará totalmente. Además, el caldo de pollo se puede congelar y luego utilizarlo para un sinfín de recetas, y con la carne que sobra… ¡croquetas!, que aquí no se tira nada.