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Allí se produce la Plymouth Gin

Las cinco historias que debes conocer sobre la destilería más antigua de Inglaterra

En Plymouth, al suroeste de Inglaterra, hay un lugar mítico para el mundo de la coctelería. Acercarse hasta allí es descubrir un sinfín de historias míticas y secretos que cualquier aficionado al 'gin' debe conocer.

Mezclando con Plymouth Gin en el Savoy Bar.

Mezclando con Plymouth Gin en el Savoy Bar.Cocinatis

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La historia del 'gin' y la coctelería no sería la misma si Plymouth Gin no hubiese existido. Tampoco si la ciudad homónima no se hubiera convertido en un importantísimo epicentro portuario o si la receta de 1793 hubiese sido alterada. Sin la Royal Navy Inglesa o el American Bar del Savoy londinense. ¿Por qué? Porque lejos de modas y 'mixes' de nueva generación hay posos centenarios que soportan las bases de este fantástico mundo que se mueve de barra en barra. Y en Plymouth, al suroeste de Inglaterra, hay un lugar que define muy bien este espíritu: Black Friars, la destilería más antigua del país.

Allí que volamos y nos colamos para conocer los entresijos y secretos de una ginebra que tiene mucho que contar, y que te recogemos en forma de 5 pequeñas historias que todo amante del 'gin' y la coctelería debería conocer:

Fue la ginebra oficial de la Royal Navy y la que bebía Winston Churchill

La que fuera la potencia naval más poderosa del mundo no salía a la mar sin un buen cargamento de Plymouth Gin. Y esto pasó durante 200 años. Y es que en la ciudad de Plymouth se estableció la base naval de Devenport en 1691, algo que acabó por convertirla en objetivo de la aviación alemana durante la II Guerra Mundial. La destilería se quedó de pie y aún hoy se mantienen impresionantes dependencias militares como Royal William Yard, reconvertida en una zona con restaurantes de obligada visita (recomendamos especialmente River Cottage). Más allá del mar, entre su círculo de incondicionales se escriben interesantes nombres como Winston Churchill, Alfred Hitchcock, Franklin D. Roosevelt o Ian Fleming.

Aparece (con nombre propio) en la primera edición de 'The Savoy Cocktail Book'

Ni una, ni dos, ni tres veces… hasta un total de 26 ocasiones son las que se puede contar el nombre de Plymouth Gin en la que es considerada la biblia de la coctelería, publicada en 1930, así que posiblemente debemos añadir en la lista de incondicionales a su autor Harry Craddock. La llegada de la Ley Seca le llevó de vuelta de EEUU a su Inglaterra natal, aterrizando en la barra del American Bar del famoso hotel Savoy de Londres, desde donde revolucionó el mundo de la coctelería. Entre su legado, las 750 combinaciones de 'The Savoy Cocktail Book', mítico libro que no ha dejado de reeditarse y en el que no habla de ginebra sino de Plymouth Gin en sus recetas.

Su receta original es de 1793 y se elabora en el mismo alambique desde 1855

Y así ha permanecido sin alterar desde su fundador Thomas Coates hasta Sean Harrison, actual Maestro Destilador. ¿Sus ingredientes? Alcohol de trigo y siete seleccionados botánicos que llegan de diferentes partes del mundo: enebro, piel de limón y de naranja, raíz de iris, de angélica, semillas de cilantro y vainas de cardamomo. Un alambique de cobre que llegó a Black Friars una mañana de 1855 y, por supuesto, agua, un agua blanda y muy especial que viene del Parque Nacional de Dartmoor (Condado de Devonshire). Hasta allí llegamos para comprobar que es un agua que puedes beber directamente del río. Nosotros la mezclamos con ginebra, claro está. Nada de a palo seco que eran las 11 de la mañana.

The Refectory es su bar, y no es lo único que merece la pena de su visita

Aunque sí es parada de barra obligada. Allí te puedes tomar desde un clásico Martínez (gin, vermut, maraschino y un toque de amargo) a un Green Wild, una de las últimas incorporaciones de la carta, un fresco y divertido cóctel en el que el gin se mezcla con un zumo a base de limón, apio y tomillo entre otros ingredientes. Pero si paras por Plymouth y subes a The Refectory Bar no lo hagas sin pasar por la destilería, donde ofrecen opciones de tours que incluyen, por ejemplo, cata de diferentes ginebras  y hasta la posibilidad de escoger botánicos a tu antojo y destilar la tuya propia.

Su botella es un homenaje a la que es la ginebra con más historia del mundo

En la etiqueta, el Mayflower -barco que en 1620 trasladó a aquellos primeros peregrinos desde Plymouth hasta suelo americano- a sus lados, la medalla que consiguió en la Muestra Internacional de la Salud de Londres en 1884 y debajo la firma de su fundador, Thomas Coates. En el tapón, la ilustración del alambique, y sobre el cristal, el año de creación de Plymouth Gin, el sello de la destilería y un monje dominico, antiguos inquilinos de lo que hoy es Black Friars. "Cuando los pies del dominico estén secos, es hora de comprar otra Plymouth" se decía en las tabernas. Secos o no, la historia era decidirse entre Plymouth Original (clásica de 41,2°), Plymouth Navy Strength (la oficial de la Royal Navy con sus salvajes 57°) y una golosa Plymouth Sloe Gin (de 26° y macerada en endrinas).

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