Los bollos, ordenados de menos a más calorías. ¿Sabes cuál es el que más engorda?

Vaya por delante que os recomendamos no abusar de la bollería y comer más frutas y verduras y todo eso. Ya sabéis, una alimentación equilibrada y como Dios manda. Pero también sabemos que la bollería os pone locos. Por eso, hemos ordenado los siguientes productos de bollería del que menos al que más calorías tiene. Toda la información está basada en productos envasados y en 100 gramos de producto.

Panecillo relleno de crema de chocolate. 360 calorías. Vamos con el ejemplo menos calórico. El clásico panecillo relleno de crema de chocolate resulta el bollo menos calórico de todos. Quizá también porque es el que menos chocolate contiene (solo en su interior). Tengamos en cuenta una cosa: las 360 calorías son por 100 gramos. Si hablamos de una unidad (60 gramos), la cantidad baja hasta las 216 calorías.

Caña de chocolate rellena de crema. 407 calorías. Bastante sorprendidos nos encontramos con el hecho de que una caña rellena de crema pastelera y recubiera de chocolate sea, de los productos de bollería analizados, el que menos calorías tiene. Puede ser porque la crema tampoco se encuentra en abundancia en su interior o porque el hojaldre resulta sorprendentemente ligero. Sorpresas tiene la vida. Tiene 22 gramos de grasas, de las cuales 14 son saturadas.

Rosquillas grandes glaseadas. 413 calorías. Este dulce redondo frito y glaseado de-toda-la-vida se queda en un honroso segundo puesto. Hay que decir que uno pesa 50 gramos con lo que habría que dividir las calorías por la mitad. Es decir, que si tomamos solo una rosquilla, bajamos a unas más manejables 205 calorías. Tiene 23 gramos de grasas, de las que 12 son saturadas.

Rosquillas grandes con chocolate. 423 calorías. Un poco más calórica resulta la versión chocolateada. Aquí hay que tener en cuenta que una pesa en torno a 60 gramos, por lo que la unidad saldría en torno a unas 253 calorías. En cuanto a las grasas totales y saturadas, se mantiene en los mismos niveles que su hermana glaseada.

Cruasán. 424 calorías. Hemos tomado como referencia una bolsa de cruasanes envasados, con lo que habría que advertir que, si se trata de versiones artesanales, la cosa podría variar. En este caso, cada unidad tiene 60 gramos de peso, con lo que nos vamos a unas 255 calorías. Sin duda, el empleo de mantequilla eleva el poder calórico de esta pieza de bollería.

Pastelito de bizcocho relleno de nata y recubierto de chocolate. 425 calorías. Llegamos a un pastelito clásico y volvemos a encontrarnos con un paquete en el que vienen varias unidades. Cada pastelito pesa unos 40 gramos, con lo que nos quedaríamos en unas 170 calorías, que lo convertirían en la opción menos calórica.

Palmera de chocolate. 445 calorías. Vaya por delante que esta información es de una versión envasada, que no responde al modelo clásico hojaldrado al cien por cien, sino que se queda a medio camino entre el clásico de pastelería de toda la vida y una especie de bollo grueso. Ojo, que la palmera analizada pesaba un total de 135 gramos, lo que haría subir las calorías hasta las 601... casi ná.

Rosquillas pequeñas con chocolate. 476 calorías. No hay ninguna opción más calórica que las rosquillas en versión pequeña y chocolateada. ¿Cuál es la cuestión principal aquí? Que el cálculo es por 100 gramos de producto, lo que equivale a algo más de cinco piezas. Por tanto, que cada uno eche sus cálculos. El que se pueda comer solo una no llegará a las 100 calorías, pero el que se jame las cinco rosquillitas se pondrá en cerca de 500 calorías.