A alguien se le ha ocurrido la brillante idea de montar un bar de quesos

En plena era 'healthy' mola cuando la propuesta que promete petarlo no entiende de grasas y de calorías. Porque, de vez en cuando, reconozcámoslo, hincar el diente a algo que no sea de color verde o sepa a semillas es lo más.

Y esta es precisamente la apuesta de Matthew Carver, un joven británico que este mes abre en el barrio de Candem, Londres, un bar de quesos donde la carta estará compuesta por ejemplares lácteos a degustar en tablas o recetas a base de queso fundido además de... alcohol. Porque sí, el queso, acompañado con una buena copa y un buen pan, gana mucho. Lo saben todos sus adeptos.

El local, sobriamente llamado Cheese Bar, es la continuación lógica del primer proyecto de Carver, un fanático del queso que hace años inició sus andanzas con el Cheese Truck que, como su nombre indica, es un camión que sirve quesos y se ha hecho famoso por las calles londinenses.

Uno de los objetivos de su instigador es dignificar el buen queso británico, de procedencia artesanal y cuidadosamente afinado por expertos, ya que hasta ahora no gozaba de la mejor reputación fuera de sus fronteras.

Otra gran noticia es que, al parecer, la carta del Cheese Bar contará con algunas de las recetas más famosas de su versión sobre ruedas, como es el caso del grilled cheese, un sandwich de pan pasado por la parrilla y relleno de grandes dosis de queso que se derrite. Una especialidad que a simple vista parece muy fácil pero que los expertos en cocina yankee y británica, donde se encuentra más este bocata, aseguran es muy complicada de hacer a la perfección.

Otras estrellas serán el sandwich con queso azul Stilton "Cropwell Bishop" acompañado de beicon crujiente y chutney de pera, además de recetas queseras procedentes de todo el mundo como es el caso de fondue, queso frito, poutine de queso, todo ello acompañado de una gran selección de vinos, licores y cervezas artesanales. 'Oh my god!'.