NovaMás» Cocina

LAS DE LA CERDA

Ahora se pueden comer tetas

Ahora se comen las tetas... a la cerda. ¿Sexo? No, comida. Más que eso, 'food porn' del auténtico. Esta cerda es el plato icónico del restaurante Dos Pebrots de Barcelona. ¡Glups!

Tetas de cerda

Tetas de cerdaRestaurantes

Publicidad

Cómele las tetas a la cerda. ¿Sexo? Comida. Más que eso, 'food porn' del auténtico. Pero al fin y al cabo la cocina es como el sexo: si no te pringas no es tan buena. Y con esta cerda te pringarás los dedos y la boca comiéndole los pezones bien a gusto.

Esta cerda es el plato icónico del restaurante Dos Pebrots. Y casi diríamos que uno de los platos icónicos de Barcelona. Y eso que este establecimiento del Raval (calle Doctor Dou, 19) solo lleva cuatro meses abierto. Pero es normal que todo el mundo hable de él: impresiona su presentación, impacta su sabor. Un figura de una cerda puesta boca abajo, cuatro pezones de panceta Maldonao confitados con un molde de ubre de cerda. O sea, el pezoncillo es auténtico.

Para quien no lo sepa, así es de cachondo el chef que ha creado esta cerda: Albert Raurich. Quien lo conoce sabe que es capaz de hacer algo así. Todo en él son ganas de pasarlo bien, de reír, de cocinar...

Pero no nos quedemos en este sabroso divertimento. Quien conoce a Raurich sabe también que es un supercocinero (fue uno de los puntales de El Bulli) y que Dos Pebrots es un super restaurante que repasa la historia de la cocina de los países mediterráneos. Por tanto, este plato no es gratuito. Será divertido, pero no gratuito. Porque los pezones de cerda ya se comían en la antigua Roma. Se sabe de ellos desde al menos el 27 antes de Cristo y aparece en el libro 'De re coquinaria', un recetario en latín que data del siglo IV o V de nuestra era.

En Dos Pebrots (traducido literalmente al castellano es dos pimientos, pero en su sentido coloquial viene a ser algo así como dos cojones), los pezones de cerda se acompañan con una copita de consomé de jamón, que potencia el sabor de las tetas que saben a gloria. Mientras los saboreas, piensas: "Ríete tú de aquella escena de Penélope Cruz y Javier Bardem en 'Jamón, jamón'...".

Publicidad