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Sobrepeso y caries

Niños y dulces navideños, ¿qué hacemos?

La Navidad es época de dulces y turrones. Obviamente época en la que los niños toman más azúcar. ¿Por qué debemos tener ojo con lo que comen nuestros hijos?

Niña comiendo turrón

Niña comiendo turróniStock

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¿Tiene el consumo de azúcar consecuencias para la salud de nuestros niños? Definitivamente sí:

1. La caries dental es una enfermedad azúcar-dependiente. A mayor consumo de azúcar mayor incidencia de caries en los dientes de los niños. Para evitar este problema de las bocas infantiles necesitamos sumar a una correcta higiene dental una disminución del consumo de alimentos azucarados.

2. El exceso de peso en la infancia se relaciona con malos hábitos alimentarios y dentro de estos malos hábitos está el consumo de alimentos azucarados nuevamente. El exceso de peso en los niños no sólo es un problema de imagen corporal, sino otros problemas de salud, como la diabetes o la enfermedad cardiovascular.

¿Hay algún problema en comer algún dulce en Navidad? Obviamente no. No pasa nada por tomar alimentos azucarados de manera excepcional en alguna fiesta. Lo sabemos, lo disfrutamos, pero es importante ser muy conscientes que eso debe ser una excepción. El problema está en la cantidad de azúcar que nuestros niños toman cada día sin que nosotros nos demos cuenta. El problema viene cuando el azúcar se consume de manera habitual. Las “santas” galletas María no son tan santas. Son productos tan de bollería como un croissant. Son productos que están en los desayunos y las meriendas de muchos niños. Ahí es donde está realmente el problema. No en tomar dulces de Navidad un día.

¿Cuáles son las recomendaciones diarias de consumo máximo de azúcar, tanto para los niños como para nosotras?

Dulces navideños
Dulces navideños | iStock

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en un informe hace tiempo cuáles son estos límites del consumo de azúcar libre que no deberíamos sobrepasar por nuestra salud.

Para nosotros, los adultos, la recomendación es de no sobrepasar los 50 g al día aunque, si bajásemos este límite superior a la mitad (25 g) supondría beneficios adicionales para nuestra salud.

¿Y en los niños?

1. Los niños pequeños, de 0 a 2 años, no deberían tomar nada de azúcar. Ojo, nada es nada. Cuando los bebés empiezan a comer no conocen el sabor del azúcar. Igual les llama la atención el dulce que estamos comiendo por el hecho de que lo comemos nosotros. Sin embargo, los adultos somos los que tenemos que saber que no es saludable ni adecuado para niños tan pequeños.

2. Durante el resto de la infancia no se deberían superar los 25 gramos al día e, igual que en los adultos, si disminuyésemos este límite superior a la mitad (unos 12 g al día) mejor aún para la salud de los más pequeños de la casa.

¿A qué equivale esto? Un terrón de azúcar equivale a 5 gramos de azúcar. Así que, si hiciésemos la equivalencia, la OMS establece el límite superior en adultos en unos 10 terrones de azúcar al día y en niños unos 5. Así visto, ¿no te parece un montón?

Está claro que si nuestro hijo toma algún dulce en Navidad sabemos que está consumiendo azúcar. Pero, ¿siempre es fácil detectarla?

No, no siempre es sencillo. En ocasiones encontramos azúcar con otros nombres que no siempre somos capaces de identificar.

Para mayor complicación, súmale que hay alimentos con azúcar oculta. ¿Qué significa eso? Miles de alimentos procesados llevan azúcar añadido. Pero si nos preguntasen si estamos consumiendo azúcar con estos alimentos, es muy probable que contestes que no. Ocurre en alimentos tan dispares como guacamole, salsas, aperitivos o embutidos. ¿Por qué la llevan entonces? El azúcar es un buen conservante y potenciador de sabor, y por estos motivos la utiliza la industria alimentaria.

¿Y qué es el azúcar libre ese que la OMS limita su consumo? Se considera azúcar libre a los azúcares añadidos a los alimentos por los fabricantes y el azúcar naturalmente presente en la miel, los jarabes y los zumos de frutas. Sí, el zumo de naranja que exprimes con tanto cariño cada mañana no equivale a una pieza de fruta y además le estás dando a tu hijo azúcar libre de manera inadvertida e innecesaria.

Resumiendo: ¿el problema es que tu hijo como algún dulce esta Navidad? No. Ya has visto que no si es de manera excepcional. El problema es el azúcar que tu hijo consuma de manera habitual. Eso sí que hay que controlarlo.

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