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Ojo con el botulismo

Estos son los peligros de darle miel a tu bebé

El invierno ha llegado y con él, los catarros y las toses. Uno de los mejores remedios naturales para aliviar un poco la tos es la miel. Pero, ¿se puede usar a cualquier edad? Ten cuidado con los bebés y sigue leyendo. Cuidado con el riesgo de botulismo.

Bebé

BebéiStock

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¿Sabes qué es el botulismo?

Por suerte, el botulismo es una enfermedad muy, muy poco frecuente. Pero esto no te hacer que te relajes. Ten en cuenta que es una enfermedad grave, incluso mortal (5-10%), sin un correcto y precoz tratamiento.

¿A qué se debe?

La bacteria Clostridium Botulinum es una bacteria que produce unas esporas. Estas esporas, resistentes condiciones adversas, como las altas temperaturas o poco oxígeno, en su crecimiento pueden liberar una toxina, conocida como toxina botulínica.

¿Cómo podemos adquirir esta infección?

Las conservas en mal estado pueden contener esta bacteria o sus esporas, que producirán toxina botulínica. ¿Otros productos? Cuidado con la miel o el almíbar de maíz en los bebés por debajo del año, en cualquiera de sus formatos.

También podemos adquirir la infección por heridas infectadas por esporas o si las inhalamos.

Si tomamos una conserva en mal estado, ¿qué ocurre después?

A las 12-36 horas de haber tomado el alimento contaminado, la persona comienza a sentirse débil y cansado, mareado. Después viene la visión borrosa, boca seca y la dificultad para hablar y tragar. A veces también hay vómitos, diarrea, estreñimiento o inflamación abdominal. En formas graves (como las de los bebés menores de un año), puede aparecer debilidad muscular, incluso de los músculos que nos permiten respirar.

¿Por qué en los bebés pequeños el botulismo es diferente?

A diferencia de lo que ocurre en los niños mayores, el bebé pequeño no suele tomar la toxina directamente, sino que toma productos que tiene las esporas. Piensa que las defensas de los bebés menores de un año aún no están del todo maduras. Estas esporas crecen en el intestino del bebé, y allí es donde se liberan las toxinas. Si esto ocurriese en niños mayores o adultos, su sistema inmune ya está más maduro y sería capaz de protegerlos, destruyendo las esporas.

No sólo el proceso es algo diferente, sino que los síntomas que aparecen no son exactamente iguales. En ellos, además de estreñimiento o debilidad, también hay menor apetito o un llanto particular, así como pérdida del control del sostén de la cabeza. En casos graves, al haber debilidad de los músculos respiratorios, pueden aparecer problemas para respirar.

Entonces, ¿miel hasta el año no?

No, no sólo por su poder cariogénico o por su alto contenido en azúcar. Lo más peligroso es el riesgo de botulismo. Nada de miel a cucharadas, nada de miel en cereales infantiles, nada de miel en productos médicos varios, por mucho que cumpla las más estrictas condiciones para evitar la proliferación de Clostridium o de sus esporas. El que evita la ocasión evita el peligro.

Miel
Miel | iStock

Antes, había muchas abuelas que mojaban chupetes en miel para callar a los niños. Lo hacían y la mayoría de esos bebés han sobrevivido y ahora son adultos, cierto. ¿Es necesario? No. La posibilidad de botulismo es muy escasa, debido a los estrictos controles de la industria alimentaria, pero no es necesario jugársela. No es algo necesario en bebés tan pequeños, por lo que es un alimento a evitar. ¿Miedo? Ninguno. Prudencia mucha.

Otro aspecto importante: la prevención. ¿Cómo prevenimos el botulimo?

En los bebés, como te acabo de comentar, evita alimentos “de riesgo”, como son miel y almíbar de maíz, así como sus productos derivados. Son absolutamente prescindibles para su correcto desarrollo en el primer año de vida.

La industria alimentaria ya se encarga de poner en marcha varios mecanismos preventivos para evitar que crezcan esporas y produzcan toxina botulínica en conservas: termoesterilización, pasteurización comercial o combinación de temperatura, contenido en sal y/o acidez de la conserva.

¿Y nosotros? ¿Podemos hacer algo nosotros en casa? Higiene, mucha, mucha higiene, tanto en la preparación de alimentos como en la manipulación de heridas. Recuerda que un simple lavado de manos salva vidas.

Los alimentos serán más seguros si utilizamos agua potable para cocinarlos, si separamos alimentos crudos y alimentos cocidos o si mantenemos alimentos a las temperaturas correctas.

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