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Fuera mitos

¿De verdad son malos los edulcorantes?

Llevamos tiempo arrastrando la losa de que los edulcorantes artificiales como la sacarina o el aspartamo son cancerígenos. Concretamente desde los años 70, cuando un estudio observó una relación entre el cáncer de vejiga y altas cantidades de sacarina en ratas. Durante un tiempo se decidió retirar este compuesto, aunque posteriormente no se encontró evidencia alguna de que eso ocurriera en humanos así que en 1981, la sacarina volvió a permitirse como edulcorante. Pero el daño ya estaba hecho, en nuestra cabeza ya estaba el miedo a estos compuestos. Contra el miedo, conocimiento.

Edulcorantes

EdulcorantesiStock

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La realidad es que tanto las cantidades como los productos a los que se pueden añadir están reguladas y son seguras. Se tiene un margen de seguridad entre la dosis autorizada y la que podría tener algún efecto.

Pero vamos al principio ¿qué es un edulcorante? Es toda sustancia química capaz de aportar sabor dulce a un alimento. Así dicho es muy amplio, pero si vamos poco a poco seguro que les suenan todos:

- Naturales: glucosa, fructosa, sacarosa (azúcar), lactosa (el de la leche, está compuesto por glucosa y galactosa).

- Derivados del almidón: Jarabe de glucosa.

Estos aportan energía, es decir: calorías. En concreto 4 kilocalorías por gramo. La miel, panela, sirope de agave… todos llevan estos edulcorantes (azúcar), no por ser “naturales” son mejores.

- Polioles: como el sorbitol, manitol, xilitol. No se absorben en el intestino y necesitan agua, así que si se consume en demasiada cantidad (demasiada significa mucha) puede provocar una diarrea osmótica. Esto se advierte en el etiquetado. No va más allá, pero hay que saberlo. Se declaran como E-420, E-421, E-967.

- Edulcorantes químicos: sacarina, aspartamo E-954, E-951. Tan demonizados injustamente.

- Edulcorantes químicos de origen vegetal: glucósidos de esteviol (estevia). No han leído naturales, ¿verdad? Son edulcorantes químicos de origen vegetal. Que no les líen. La Stevia es una planta y de ella se extraen estos compuestos de forma química. Es el E-960.

Estos dos últimos grupos tienen una capacidad de endulzar entre 200 y casi 1.000 veces más que la de la sacarosa. Además, no aportan energía, bien porque no tienen calorías, bien porque se utiliza en tan pequeña cantidad que se considera acalórico.

Diferentes edulcorantes
Diferentes edulcorantes | iStock

Igual se está preguntando: ¿por qué dice que la estevia no es natural? Pues verán, la estevia es una planta tropical cuyo nombre científico es Stevia rebaudiana. Su extracto tiene un sabor casi 400 veces más potente que la sacarosa. Actualmente, utilizar las hojas de la planta directamente no está permitido porque, además de estos compuestos que endulzan, tienen otros con actividad farmacológica. Se debe garantizar la seguridad de lo que ingerimos así que lo único que está permitido es la extracción química de esos únicos compuestos con esa capacidad endulzante. Esto es una buena noticia, ya nos ha pasado alguna vez más: en la corteza del sauce hay un compuesto fantástico que no podríamos utilizar si no fuera gracias a la química. El ácido acetilsalicílico nos ha quitado el dolor durante años.

Así que no teman a lo “no natural” porque nada es “natural” del todo. En el fondo, todo es química. Y menos mal. El día en el que dejemos de temer lo “artificial”, dejarán de intentar engañarnos poniendo una plantita en el envase para que creamos lo que no es.

Los edulcorantes artificiales son seguros. Además, son una buena opción si se quiere sustituir el azúcar en una dieta, pero no lo olviden: hay que intentar eliminar esa necesidad de endulzar todo permanentemente. Sé que nos encanta, lo entiendo. Pero debemos aprender (y enseñar) a disfrutar de los sabores de los alimentos sin necesidad de enmascararlos. Ese es el único y verdadero peligro de los edulcorantes, crear en nosotros esa necesidad de dulzor en todo.

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