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Esto es lo que debes poner a tu pizza para que sea saludable

Ay la pizza, qué exquisitez y qué buenos esos viernes por la noche de pizza y película. Pero, ¿hay forma de tomar una pizza y que sea saludable, que no se resienta la báscula inmediatamente después?

Comiendo pizza

Comiendo pizzaiStock

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Pues sí, hay forma y es más sencilla de lo que piensas: porque cuidarse no significa renunciar a pequeños placeres, y la pizza, convendrás con nosotras, lo es.

Por eso te vamos a contar hoy cómo comer pizza y que no te sientas fatal después de haberlo hecho. Por supuesto, se trata de añadir los ingredientes en casa porque las pizzas que podemos comprar en el súper son cualquier cosa menos saludables: las harinas que llevan suelen ser refinadas; las grasas son también de mala calidad; el queso, mal denominado así, es cualquier cosa menos queso; las proteínas tampoco suelen ser excelentes..

En definitiva, mejor le pones en casa tú lo que quieras. Pero vamos con el primer paso, la base de la pizza:

- Si vas pillada de tiempo, no te dará tiempo a hacerla tú, que sería lo idóneo. Entonces, nuestra recomendación es que compres una masa de pizza integral, o sea, que tenga como primer ingrediente una harina integral.

- Si sí tienes margen para hacer la base en casa, no temas, que es menos farragoso de lo que suena. “Existen multitud de recetas, usando zanahoria rallada, coliflor, calabacín... Hacer la base con verdura es una excelente opción. Una base muy sencilla y nutritiva sería usando harina de garbanzo, que mezclada con un huevo o simplemente con agua y amasando queda genial”, explica la nutricionista Paloma Quintana.

Pizza
Pizza | iStock

Vamos ahora con los ingredientes: lo idóneo es que abuses de lo sano. Por ejemplo, nada de tomate frito adquirido en la tienda: “Ponle tomate rallado, o tomate troceado o triturado de lata, que solo suele tener tomate y sal”, explica la nutricionista.

Ahora, toca elegir el resto de ingredientes: lo bueno de la pizza es que acepta casi de todo pero no perdamos de vista que se trata de hacer un plato saludable, no de ponerte hasta arriba de cosas que no lo son. Puedes añadirle calabacín, trocitos finos de calabaza, rúcula (mejor en el último momento, un poco antes de sacarla), champiñones, espinacas… “Si quieres añadir más calorías y más proteínas, puedes ponerle atún y huevo, todo depende de lo que te guste”, finaliza.

Y por supuesto, queso, que para eso es nuestro plato de pequeño capricho. El que más te guste, mozzarella por ejemplo. Pero puedes ponerle el que quieras.

Y de esta forma tendrás un plato saludable, que gustará a todos y que habrás elaborado en un periquete.

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